Reseñas

Published on enero 25th, 2019 | by Daniel Pimentel

La experiencia de Primus en Guadalajara

Ok lo admito, la primera vez que oí el rumor de que Primus estaría en Guadalajara me saltaron todas las alarmas, esto quizá por la mala fama que tiene nuestra aldea de cancelar eventos importantes, el cúmulo de fake news que pululan las redes sociales o la premura con la que nos llegó la noticia. En fin, no tenía muchas esperanzas de nada. Obvio hasta que Live Talent y ACK promote confirmaron el evento.

Al final el día llego y todos estábamos listos para escuchar a uno de los power trios más influyes de su generación. La noche comenzó desde temprano, las primeras personas llegaron a las 7 de la noche al Teatro Diana, sede del evento y a partir de allí, el flujo humano siguió, incluso hasta ya empezado el evento.

El ambiente previo fue casi como cualquier otro, mucha música noventera, cerveza, botana y caras familiares entre miles de desconocidos. Las pláticas de –casi- siempre que preceden cualquier evento, pero ahora con mucha más alegría, dado el evento único que estábamos a punto de presenciar,  además de que ese mismo día se había anunciado la visita de King Crimson a Guadalajara y pues, obviamente todos teníamos los pantalones mojados.

Llegaron las nueve de la noche, las luces del escenario se apagaron, los tres músicos salieron al escenario y sin mediar una sola palabra con los asistentes, comenzaron a hacer lo que mejor saben ante un teatro repleto. Desde los primeros acordes, Primus incendió el escenario –de manera no literal, por supuesto- del teatro, arrebatando una avalancha de ovaciones.

No hace falta decir que el evento fue perfecto en todo sentido. El setlist que Primus eligió para esta primera visita fue una mezcla entre nuevas canciones y grandes éxitos con mucha improvisación y popurrí. Entre mis momentos favoritos de la noche estuvo la canción American Life, Too Many Puppies, y sobre todas, Wynona’s Big Brown Beaver.

Desde donde yo estaba –en el balcón 1, o sea arriba- pude notar una actitud curiosa del público, algo que lo relacioné más con anterior visita de Steven Wilson y que no me esperaba encontrar en Primus, y es que durante algunos lapsos, los asistentes nos mantuvimos callados –casi- totalmente, viendo a los músicos tocar, incluso durante espacios donde los riffs del bajo y la guitarra junto a la batería se prestaban pera destramparse, había más bien silencio.

Otro detalle interesante y que a muchos tomó por sorpresa fue el intermedio, un espacio de unos 20 minutos en el que proyectaron sobre la pantalla de apoyos visuales sólo viejas caricaturas de Popeye, y cuando digo viejas, me refiero a esas que producía la Paramount durante la década de los 30’s.

Durante el show hubo muy poca interacción de los músicos con el público, obviamente Les Claypool fue el único que habló con los asistentes y aunque lo hizo de una manera muy divertida, siento que no fue como en otros eventos que me ha tocado ver, en los que generalmente es más extrovertido y hay más participación con la gente, aunque esto en realidad no representa un problema para mí.

Al final, la primera visita de Primus a Guadalajara fue un éxito rotundo y no pude haber pedido un cierre mejor, y es que después de la respectiva pausa que da pie al encore, se vino Southbound Pachyderm, una rola que en lo personal me trae grandes recuerdos de la primera vez que vi ese video en MTV, por allá en el año 1998.

Primus en Guadalajara


About the Author

Daniel Pimentel

Historiador del rock y la vida. Además de ser director y editor de este proyecto, soy colaborador de distintas publicaciones impresas y electrónicas.



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