El sabor agridulce de Tricky en Guadalajara
Cuando dije que Tricky era uno de los eventos imperdibles de este año en realidad no lo decía por convivir. Pero aunque Adrian Thaws si es un músico que vale la pena revisar, sobre todo si lo tuyo es andar pacheco, la noche de este viernes no llenó las expectativas del público asistente y el mérito de lo bueno que hubo fue más de la banda que del propio Tricky.
Debo confesar que esta fue la primera vez que asisto a un evento por el estilo (trip hop y similares), y para ser franco quedé sorprendido por cómo se desenvolvió la noche, que no tomó para nada el rumbo que yo esperaba. El ambiente fue muy similar al de cualquier concierto aunque el público sin duda era muy distinto al que estoy acostumbrado. Esa noche no vi mucha entrega por parte de nadie.
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La velada comenzó de manera puntual con Birdhaus, un trío tapatío del género downtempo (o sea, similar al ambient, pero con beat) muy bien ejecutado con algunos tintes de jazz que proporciona un clarinete. Un dato interesante es que para la segunda rola de la banda el lugar ya estaba a los 3/4 de capacidad, cosa que se ve muy rara vez. Birdhaus tocó durante media hora la cual se fue muy rápido debido a su estilo.
Al principio tuvieron buena respuesta del público, aunque casi al final de su presentación la audiencia estaba más inmersa en las cheves y por supuesto esperando a que Tricky saliera al escenario. Para las 10 de la noche el lugar estaba repleto con un público muy heterogéneo en el que podías distinguir desde el Godín, la everyday people que solo iba a ver qué onda, los fans de ocasión y por supuesto los hardcore fans, que fueron los que menos quedaron satisfechos.
Tircky comenzó su set a las 10:40 después de una prolongada pausa y la verdad es algo complicado poner en palabras la música que entregaron este británico y su banda esta noche en particular. Como ya lo sabes, Tricky se encuentra con la promoción de su más reciente álbum titulado Ununiform (2017), trabajo en el que predominan las colaboraciones con otros vocalistas, lo que dio paso a una notoria ausencia del cantante durante su presentación.
Dicho de otra forma, la hora que la banda de Tricky estuvo en el escenario nos tocó un show muy a medias, más instrumental y con poca participación vocal del músico británico, todo eso aderezado con una audiencia algo inerte y un sonido un tanto mediocre. Eso sí, el grupo tocó muy bien, pero para apreciar lo que hacían, había que estar prestando atención.
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Ahora bien, lo que sí me llama la atención fueron los comentarios de algunos de los asistentes que como ya dije, no quedaron para nada satisfechos con el evento. Entre las quejas principales se encuentran el sonido, las pistas que utilizó Tricky en el evento y algo de su falta de conexión con la audiencia -por no decir arrogancia-, que para ser franco tampoco puso mucho de su parte.
Yo como outsider de este círculo musical, en realidad disfruté del evento, aunque como dije en el primer párrafo, no quedé impresionado, al menos no como pensé que lo estaría después de este show. ¿Pudo ser mejor? Sin duda alguna ¿Volveremos a ver a Tricky en Guadalajara? Lo dudo mucho, ¿Qué falló esta noche? Creo que un poco de todo malió sal.
About the Author
Daniel Pimentel Historiador del rock y la vida. Además de ser director y editor de este proyecto, soy colaborador de distintas publicaciones impresas y electrónicas.
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