Published on abril 1st, 2016 | by Esencia de Antes
0Daredevil: Sobre héroes, demonios, venganzas y amor
«No hay ser humano, por cobarde que sea que no pueda convertirse en héroe por amor»
-Platón
Para convertirse en héroe no es necesario salir a combatir el crimen en un traje ajustado o ser un modelo a seguir bajo los estándares sociales, basta con enfrentar a la realidad, tomar conciencia de que las cosas no están funcionando y hacer algo al respecto. Pero no es un camino fácil, pues la realidad es cambiante, lo que parece correcto al principio puede revelar nuevos matices al avanzar, entonces hay que modificar nuestra perspectiva y nuestros métodos pero manteniendo los ideales intactos para ser un factor de cambio. O al menos eso es lo que nos plantea la segunda temporada de Daredevil.
Después del éxito obtenido con el estreno de esta producción original, Marvel y Netflix vuelven a hacer equipo para traernos las andanzas del personaje creado por Stan Lee pero que alcanzó su punto más alto de la mano de Frank Miller en los 80’s. En esta ocasión, el “Demonio Rojo” tiene que enfrentar las consecuencias de sus decisiones mientras su amada Hell’s Kitchen tiembla bajo el peso de nuevas amenazas.
Durante la primera temporada fuimos testigos del génesis de “El Hombre sin Miedo”, de su lucha contra el Kingpin (magistralmente interpretado por Vincent D’Onofrio), de su vida entre la corrupción neoyorquina y de la constante batalla por separar al vengador nocturno del abogado socialmente responsable, misma que lo llevó a poner en riesgo todo lo que consideraba importante por lo que su victoria contra el crimen se vio opacada por los conflictos internos.
Partiendo de ahí, en esta nueva entrega encontramos a un Matt Murdock (Charly Cox) que se esfuerza por mantener las piezas de su vida unidas, lo cual se complica cuando The Punisher (Jon Bernthal)
inicia su venganza contra el crimen organizado pues lleva a Daredevil a plantearse sus propios límites y motivaciones. Por si fuera poco, tiene que enfrentar el regreso su antigua amante, la excéntrica millonaria Elektra Natchios (Élodie Yung) con quien no tiene una muy buena relación a pesar del amor que existe entre ellos y quien parece estar ligada con la aparición del grupo conocido como “La Mano”. A todo esto se suma el caos de su vida cotidiana: Foggy Nelson (Elden Henson) ya no confía en él, por lo que Nelson And Murdock se tambalea en medio de una batalla legal trascendental dejando atrapada en medio de este conflicto a una atareada Karen Page (Deborah Ann Woll) quien cada vez se enamora más del abogado.
A pesar de lo complicado que pueda parecer, este nuevo arco argumental funciona muy bien al presentar personajes muy humanos, no sólo porque carecen de súper poderes sino porque se enfrentan a dilemas morales como todos nosotros llegando a perder por completo el límite que divide al bien del mal, dándole forma a lo que los fanáticos de los cómics tan célebremente llaman una “historia oscura”, que se alimenta completamente del trabajo de Miller en las historietas, siendo una adaptación muy bien lograda, aunque claro está, no es un copia al carbón del cómic, pero la atmósfera decadente y opresiva está ahí.
Aparentemente al aliarse con Netflix, Marvel busca alejarse por completo del Universo Cinematográfico (que incluso alimenta sus proyectos para televisión, Agents of S.h.i.e.l.d y Agent Carter) con el fin de llegar a nuevas audiencias y para ello ha decidido buscar en su lista de personajes las historias que mejor podrían funcionar mejor en el entorno “adulto” de la plataforma y los encontró en el conflictivo microcosmos de Nueva York, en donde también se desarrollan bajo el mismo contexto “oscuro” Jessica Jones (quizá la mejor serie de superhéroes que hay en la actualidad) Luke Cage (se estrena el próximo 30 de septiembre) y Iron Fist (que aún no tiene fecha de estreno, pero que ya está confirmada), pero lo que destaca a estas series del resto es que no son historias separadas en las que cada personaje vaya a ser el que decida su destino, sino que tienen nexos que las unen fuertemente, mismos que podrían dar pie a nuevos proyectos, que beneficien a ambas empresas pero sobre todo a los fans.
Hasta que eso pase, la segunda temporada de Daredevil nos deja claro que ser héroe no es nada fácil, y menos cuando eres un ciudadano promedio atrapado en un sistema corrupto que te orilla a la acción mecánica, pero a pesar de ello, vale la pena librarnos de nuestros miedos y obsesiones ya no para salvar al mundo sino para salvarnos a nosotros mismos.
Texto: Luis Fernando Reyes Ramírez
Portada: www.comingsoon.net