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Published on agosto 30th, 2016 | by Esencia de Antes

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Gene Wilder, hasta siempre Willy Wonka

Gene Wilder

Imagen cortesía de cinemassacre.com

Para Gene Wilder era común atraer las miradas y provocar las risas.  Originario de Milwaukee, estudió interpretación en la Universidad de Iowa; después de servir al ejército como paramédico, Wilder se dedica de lleno a la actuación teatral, Comenzó su meteórica carrera en el cine en la década de los años 60’s, su debut en el cine fue participando nada más y nada menos que en Bonnie y Clyde (1967), de Arthur Penn.

Poco a poco llamó la atención de los pesos pesados de Hollywood y recibió papeles que estaban a la altura de su talento cómico. De esta forma protagonizó comedias clásicas de Mel Brooks, como Los Productores (1968), El Joven Frankenstein (1974), o Blazing Saddles (1974).

Todas ellas sentaron una nueva ruta para la comedia en el cine, retomando la parodia y cierto humor absurdo que, gracias en parte a las sólidas actuaciones de Wilder -que le valieron sendas nominaciones al Oscar- funcionaron con el público y resultaron ser muy taquilleras en su época.

Uno de los papeles que lo consagró en la memoria de los amantes del cine de culto es el de complejo, excéntrico y bipolar Willy Wonka, un personaje que parecía estar hecho a la medida del buen Gene: Wonka representa una dualidad entre la luz y la sombra, la delgada línea entre la excentricidad y la locura; por momentos afable, bonachón, bromista; y por el otro lado, impredecible, siniestro, sarcástico, cínico y autoritario. Un ser neurótico tan apartado de la humanidad que le resultan muy ajenos los berrinches y las emociones de los niños que tuvieron la “fortuna” de obtener un boleto dorado, el máximo premio, la oportunidad de conocer la “fábrica de sueños” desde adentro.

gene wilder

Imagen cortesía de www.space538.org

El papel de Wonka esta tan bien bordado por Wilder, que cuando muchos la vimos de niños, nos desconcertaba la actitud de Wonka conforme transcurría la delirante película: de ser el tipo más cool al que todos quisiéramos conocer, a convertirse rapídamente en un ser esquizofrénico y hosco, complacido en su papel de genio capaz de castigar a quienes no se apeguen a su moral y a sus absurdas reglas, y señalando alegremente los pecados y vicios de los demás, importándole poco que Veruca Salt cayera por el ducto de la basura, o que Violet se hinchara como un globo y se volviera de color morado por culpa de un chicle que equivalía a una comida completa con postre. Un gran personaje, sin duda.

En los años 80’s Gene Wilder se estableció como un rostro recurrente en comedias taquilleras de la época, como La chica de Rojo (1984), o en películas a dueto con otro grande: Richard Pryor, en donde la química entre los dos comediantes era perfecta, dando como resultado películas tan disfrutables como El Expreso de Chicago (1978), o «Locos de Remate».

A la edad de 83 años fallece Gene Wilder, por complicaciones relacionadas con el Alzeheimer.  Hasta siempre Willy Wonka.

Texto: Isael Serra
Portada: www.popticular.com


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