Published on junio 22nd, 2018 | by Isael Serra
La guitarra y el balón: conexiones entre el rock y el fútbol
En plena época mundialista no podemos negar el impacto que tiene un deporte como el fútbol en varios aspectos de la cultura moderna; y su influencia en la música no se queda atrás. Disfrutemos o no del “deporte de las patadas”, la conexión rock/fútbol es algo que ya tiene su historia; tan solo recordar que en la década de los 60 un país tan “futbolero” como Inglaterra también proporcionó a las bandas emblemáticas de la época, que llevarían al rock a otro nivel comercial.
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Habrá quién se identifique con ese consabido cliché del fan del rock anti deportes “mainstream”, que ve en el fútbol tan solo una práctica enajenante, por las pasiones que levanta; pero también son muchos los fans del rock que en estos momentos disfrutan del mundial de Rusia, y varios de nuestros rockeros favoritos no están muy alejados de dicho mundillo. Por otro lado muchos jugadores han llevado una vida muy de “rockstar”, ya saben, el típico caso del jugador humilde, pero talentoso, que alcanza la gloria y la fama a través de la actividad de patear un balón.
Es una narrativa tan básica y metafórica como aquella otra imagen arquetípica del personaje humilde armado tan solo con una guitarra y unas cuantas canciones que alcanza la fama rockera después de muchas vicisitudes. Rock y fútbol son dos mundos que parecen coincidir y entrecruzarse.
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Alguien puede hablar de las glorias de Maradona y de inmediato conectarlo con la grandeza de la música de Queen. Porque tanto Maradona admiraba a Queen, como los músicos de la banda de Freddie Mercury apreciaban a la joven estrella del fútbol en 1981, cuando ambos se conocieron gracias a la gira sudamericana de Queen que llegó hasta Argentina.
Freddie sabía sobre el poder de convocatoria del fútbol y combinó hábilmente ese espíritu comunal con el rock. Ahí están como ejemplo sus actuaciones en vivo, su estilo de interacción con el gran público, y la canción/himno “We Will Rock You”, que evoca una “porra” de fútbol.
Mercury fue de las primeras estrellas de rock en usar una camiseta de fútbol en pleno escenario, para generar empatía con la gente, y lo consiguió esa noche de 1981, cuando se presentó en su concierto de Buenos Aires -gira “The Game”- con la camiseta de la selección argentina, generando la locura entre los asistentes. No solo eso, sino que subió a Maradona al escenario para presentar “Another One Bite the Dust”. El “experimento” del genio Mercury funcionó (cabe aclarar que todo esto fue antes de la Guerra de las Malvinas).
Algunas de las conexiones más notarias son los casos de los ingleses Sir Rod Stewart y Sir Elton John. En el caso del ex vocalista de The Small Faces, Rod Stewart, practicó en su juventud el deporte, ya que su padre fue jugador amateur y entrenador de fútbol. Todos en la familia jugaban en algún equipo, aunque el inquieto Rod era el más talentoso para las patadas.
A decir de quienes lo conocieron de joven, Stewart tenia aptitudes para el fútbol ya que era aguerrido e impredecible a la hora de jugar; pero le ganó el rock and roll, alcanzando la notoriedad como cantante al unir fuerzas con el gran guitarrista Jeff Beck en el año 1967, para dejar grabadas dos magnas obras con el Jeff Beck Group, los discos “Truth” y “Beck-Ola”, rebosantes de puro blues electrificado y portentoso, hard rock adelantado a su tiempo de sonidos “proto heavy metal”.
Luego Stewart se lanzó de solista, y cuando su compadre el guitarrista Ronnie Wood entró a la banda The Small Faces lo jaló para el puesto de vocalista, forjando la leyenda de uno de esos grupos poco valorados actualmente, pero que representaban como nadie el espíritu del rock. Stewart es un conocido aficionado al equipo escocés Celtic de Glaslow, a quién le dedicó la canción “You´re in my heart”.
El caso de Sir Elton John es tan extravagante como se esperaría de alguien como él, su afición por el fútbol lo llevó a ser presidente del club Wadfort de la liga Premiere -inglesa- a mediados de los años 70. Por supuesto que estar al frente de un equipo de fútbol era algo costoso; pero Elton podía darse ese lujo y más, y logró darle notoriedad al equipo, que ya en los años 80 mejoró en los rankings.
The Beatles salieron de una ciudad eminentemente futbolera: Liverpool, que cuenta con un equipo muy tradicional. Los “fab four” en muchas ocasiones manifestaron su simpatía por el deporte eminentemente inglés. Pero la cosa no para ahí, pues hay una conexión Pink Floyd/Liverpool Football Club: la canción “Fearless” del disco Meddle (1971).
Un tema que muestra a Floyd en todo su esplendor psicodélico. Al principio y al final de la canción se insertaron gritos de celebración de fanáticos del Liverpool FC, quienes cantaban el tema “You’ll Never Walk Alone”, por lo cual “Fearless” se transformó en un himno para los aficionados del equipo, al que por cierto Roger Waters sigue desde la niñez.
Pero lo que le llamaba la atención al joven Waters no era solo el fútbol, sino que la afición más “ultra” de ese club era conocida por estar conformada por obreros con ideas de izquierda y con tintes comunistas; así que le pareció buena idea incluir las voces de los seguidores del “equipo del pueblo” en dicha canción. Incluso la letra tiene algo que ver con las ideas socialistas, pues una frase dice: “You say the hill’s too steep to climb/you say you’d like to see me try climbing/You pick the place and I’ll choose the time/And I’ll climb”. En el trabajo en equipo del fútbol, la gente suele ver una metáfora de la sociedad.
Otra banda inglesa que no niega su fanatismo por el mal llamado “soccer” son los oriundos de Manchester, Oasis. Que desde el principio de su carrera se decantó por vestir informalmente con pants y jerseys de sus equipos favoritos, un poco llevando la contraria al estilo que se supone debía usar un rebelde rockero en los años 90. Los hermanos Gallagher apoyan al club Manchester City, en lugar del “mainstream” Manchester United.
La conexión del metal con el fútbol
Kim Bendix Petersen, mejor conocido como King Diamond, aspiraba a ser un jugador de fútbol en su natal Dinamarca, y a decir de quienes lo conocieron en esa época era buen delantero en ese deporte. Jugó profesionalmente en el club de primera división Hvidovre IF, pero al final se decidió por estudiar en la Universidad, para luego interrumpir sus estudios para pasarse al mundo del rock con bandas como Black Rose -que parecía un homenaje a Deep Purple- y la banda con tintes punks, Brats; para luego perfeccionar sus ideas teatrales y su falsete al integrarse a los legendarios Mercyful Fate.
A pesar de sus problemas de corazón, Kim continúa siendo un apasionado de los deportes y sigue muy de cerca la liga Premier -inglesa-, y lo más probable es que vea el Mundial de fútbol apoyando a su amada Dinamarca, que viene muy bien preparada para esta justa.
Iron Maiden es una de esas agrupaciones que han dejado muy en claro su conexión con el fútbol a lo largo de su carrera. No solo llevaban un balón a sus giras para organizar “cascaritas” junto a los roadies o competir contra otras bandas “panboleras” como sucedió cuando se enfrentaron amistosamente con el equipo de los Scorpions. “Los Maiden” también lanzaban jerseys y merchandising de la banda, pero con el toque eminentemente futbolero.
Pero “el colmo” llegó con la salida de su controvertido álbum Virtual XI (1998), cuyo número en el titulo se refiere a los once jugadores de un equipo. Un disco flojo sin duda, que incluye la infame canción “Como estáis amigos”, que también era un guiño a sus fans futboleros argentinos. A veces se meten goles, y otras se pierden partidos; pero el show debe continuar.