Música

Published on marzo 23rd, 2018 | by Isael Serra

Twisted Sister, la hermana torcida que trajo el heavy a los niños de los 80

La semana pasada nos quedamos en los años 80, con el tape trading, herramienta muy útil para todo aquel buscador del ruido metálico en esa época, y muestra del verdadero movimiento underground; y mencioné que a la par de estas bandas under de metal oscuro y extremo, también existía un boom del “heavy metal” a nivel mainstream, con logos que lograron verdadero éxito comercial en dicha década. Y es que en realidad el movimiento under estaba cobijado y subsistía gracias a bandas de hard rock y metal que lograron llamar la atención de los medios masivos, y que arrastraban una gran cantidad de fans que compraban sus discos y acudían a sus shows; un fenómeno, pues.

KISS y el Heavy Metal como influencias

Hablamos de principios de los años 80, donde el llamado Heavy Metal experimentaba su momento de desarrollo, después de ser iniciado por grupos como Black Sabbath o Judas Priest en los años 70, y que ahora veían como una nueva generación continuaba con los riffs atronadores y las voces agudas y salvajes. Hablamos de la ola de “nuevo heavy metal” británico -NWOBHM-. Donde grupos como Iron Maiden, Saxon, Venom, Angel Witch, etc, exponían esta música “rápida” y controvertida, a la juventud de entonces. Pero los gringos no se iban a quedar atrás, y en respuesta tenían sus propias bandas más propias del hard rock, enraizadas en la tradición de unos KISS, Aerosmith, Ted Nugent o Alice Cooper. Mucho de este renovado interés al rock duro y guitarrero giraba alrededor de la guitarra mágica y las nuevas técnicas del virtuoso Eddie Van Halen.

KISS realmente se arraigó en el México rocker de finales de los años 70 y ya en los 80 la banda seguía siendo algo emblemático para los fans del rock gringo. Tanto así que KISS intentó tocar en México en el año 1981, cuando giraban con el decepcionante disco “The Elder” -eran horas bajas para KISS-; pero por el veto del gobierno a conciertos internacionales de rock, los neoyorkinos nunca se presentaron en vivo por “falta de permisos” y tuvieron que conformarse con una presentación en el canal de televisión estatal –canal 13- haciendo playback de canciones del “Dinasty”, sabedores que de ese disco fue un éxito en México.

También las estrellas maquilladas del momento acudieron a un orfanato en Atizapán -Edomex-para convivir con los niños y hacer “labor social”, como demostrando que KISS no eran una pandilla de drogadictos satánicos como las notas amarillistas de la época en nuestro país lo sugerían. El terreno estaba fértil para que bandas de este estilo vieran en el mercado de Latinoamérica un terreno virgen y con potencial para rockear.

I want my MTV

En esa situación, un poco marginados del circuito internacional del rock, y siempre atrasados en noticias y novedades discográficas, los aficionados mexicanos se las ingeniaban para conseguir e intercambiar discos, e inclusive hacerse de videos -VHS o Beta- y así poder ver en acción a las bandas, de la que solo en sueños guajiros imaginábamos que tocarían en nuestro país.

A la par, MTV se trasformó en una ventana para acercarse a lo que estaba pasando en el mundo en cuanto a lo musical, ya que, paulatinamente se veía un cambió en el tipo de bandas que el influyente -y entonces novedoso- canal musical presentaba. Fue casi como un accidente: Decía Dee Snider -vocalista de Twisted Sister- en el documental “Heavy Metal (The history of)” de VH1, que las agrupaciones “tradicionales” no la estaban haciendo en MTV; los súper músicos de las bandas dinosaurio establecidas, y de las bandas new wave de moda, no lucían en video, se veían estáticos, acartonados y sin energía en ese medio audiovisual.

Entonces los ejecutivos del canal de paga voltearon hacía las bandas de Hard Rock y Heavy Metal de entonces, quienes ya tenían toda la imagen, la parafernalia y el show espectacular montado, así que solo había que filmarlos haciendo lo suyo y voila: ¡tenían a las nuevas estrellas del MTV! -cuando esta todavía trasmitía música e influenciaba a la juventud-.

Twisted Sister fue la banda que se robó la atención en esa coyuntura. De repente encendías la televisión, y una pandilla de tipos maquillados y mal encarados entonaban himnos de rebelión juvenil mezclando en sus videos humor “slapstick”-caídas, golpes y accidentes a la Buster Keaton- y sátira social. El principal blanco de sus críticas: la sociedad cuadrada gringa plástica e hiper-consumista en plena era Reagan.

La imagen de la banda, excesiva, paródica y carnavalesca llamaba poderosamente la atención de los más jóvenes, lo suficiente como para dejar por un momento de lado tu colección de juguetes de He-Man-MOTU- y rockear con esos locos que a pesar de usar maquillaje y ropas estrafalarias de colores neón, no se veían como afeminados. Al contrario, parecían jugadores de rugby en drag, gente de la que no te atreverías a burlarte en su cara por sus coloridas vestimentas.

En ese sentido, Dee Snider siempre ha aclarado que Twisted “fucking” Sister nunca fue una banda glam como tal, a pesar de verse influenciados por la actitud de unos New York Dolls. Más bien lo suyo era una especie de “shock rock” festivo, que en lo musical mezclaba partes de KISS y de Black Sabbath por igual ¿Quién podía resistirse a ese rock and roll con riffs filosos y coros casi diseñados para cantarse en un estadio? Parte importante de este impacto recaía en la figura de su vocalista Dee Snider, un tipo elocuente y malhablado a la vez, el típico neoyorkino que podía hablar muy rápidamente y decir cosas interesantes, siempre con la broma irónica a la mano.

No solo era un gran frontman, sabia entretener al público entre canción y canción, y lo más importante, lo que decía se sentía honesto y real. No en balde Snider fue vocero y defensor de la libertad en la música -junto a Frank Zappa y John Denver- en el infame juicio ante el senado llevado a cabo por la PMRC, un comité formado por esposas de políticos, que estaban preocupados por los tipos de mensajes que el heavy metal daba a la “dorada juventud”.

Nos querían aguar la fiesta censurando todo y diciéndonos lo que no podíamos escuchar, y que pensar, así que nuestro héroe Snider saltó al ruedo y se enfrentó a ellos en los tribunales legales -se enfrentó a “The Man”, encarnado por dicho comité de señoras encopetadas sin mucho que hacer y senadores derechistas-, consiguiendo una victoria moral para el lado metalhead y de la libertad de expresión en la música. Al final del día la PMRC pudo salirse con la suya colocando el infame letrero -aviso- de “Explicit Lyrics” que adornó las portadas de muchos discos en los años 90. Pero no lograron censurar la música al grado que planeaban.

En ese mismo año de la bronca con la PMRC (1985) Snider llegó a ser utilizado en MTV como conductor la primera vez que presentaron un segmento de videos de metal, ese desparpajado show fue un antecedente de lo que luego sería “Headbanger’s ball”, enfocado en trasmitir videos de las bandas de metal, hard rock y “heavy pop”-hair metal- de la época.

Snider hizo unos cuantos programas con invitados de lujo, como Lemmy o los Aerosmith, y se largó cuando no le pagaron lo que le debían como presentador de primer nivel. Pero realmente ayudó a abrir camino en dicho medio y a exponer a otras bandas a una generación, que siendo honestos, fue la puerta de entrada a este mundo del heavy metal para muchos, dada la exposición que daba MTV 80’s.

Twister Sister tenía le gancho necesario para luego comenzar a explorar con bandas ya consolidadas como Judas Priest, Iron Maiden, Motörhead. etc. Dos discos de Twisted Sister marcaron época, “You Can’t Stop Rock ‘n’ Roll”(1983) que mostró el lado duro y callejero de la banda, y “Stay Hungry”(1984) que los encumbró al éxito. No eran una banda primeriza, ya llevaban desde los 70 tocando en el circuito de clubs en NY y tenían ya un disco bajo el brazo. Incluso la banda llegó a aparecer en un cameo en la película de culto de Tim Burton “Pee-wee’s Big Adventure”(1985). Y llegaron a colaborar con su ídolo y gran influencia: Alice Cooper en una canción, “Be Cruel to your School” con su respectivo y épico video diseñado para MTV.

La fiebre Twisted Sister se apaciguó un poco, pues por diversas razones el disco del 87 “Love Is for Suckers” no funcionó como los anteriores, y otras muchas bandas ya estaban llevando todo a otros limites en lo visual y en lo musical. Pero quedaron como una banda emblemática de esa añorada época ochentera. Por eso resultó nostálgica y especial su presentación/despedida en México dentro del marco del festival metalero “Hell and Heaven” de 2016.

Miles de chavorucos veían a la banda con la que alegraban su infancia o con la cual se introdujeron al rock -como muchos lo hicieran con KISS años antes- porque era lo que llegaba, lo que se podía conseguir. Más cuando el mismo Snider cantó en español la versión mexicanizada del himno “We’re no Gonna Take it” con aquella letra que se cantaba de morros-porque no sabíamos lo que decía en inglés- : “Huevos con aceite”, demostrando que la banda nunca ha perdido su humor sardónico y su capacidad para reírse de sí mismos, cosa que pocas bandas de rock pueden hacer exitosamente, ya no se diga de “metal”.

El día veinte de marzo, su espacio rockero de confianza, “Esencia de Antes” recordó dentro de las efemérides a A. J. Pero -baterista de la alineación clásica de TS- en su tercer aniversario luctuoso, fue una sorpresa agradable ver que la página oficial de Twisted Sister le comentó en el post de Instagram, y que se diera cuenta no solo que existimos, sino que los fans en México seguimos ahí, peleando porque nadie detenga el rock and roll.

Twisted Sister

Portada: Team Rock


About the Author

Isael Serra

Lic. en Derecho y en Admon de Empresas. Ha colaborado para el diario La Jornada en el rubro de periodismo rockero. Conductor del programa especializado "Estridencia" en radio por internet. Metalero/Rockero irredento.



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