Published on junio 1st, 2018 | by Isael Serra
Rock y Metal en la Madre Rusia
Durante años el rock estuvo vetado en la ex Unión Soviética -URSS-, prohibido por el gobierno, quién con puño de hierro regulaba con muchas restricciones los pocos shows privados y grabaciones de aquellas raras bandas soviéticas que se aventuraban por ese terreno, pues el rock en general era visto como propaganda perniciosa del enemigo, como una amenaza al estilo de vida comunista.
Los pocos discos que llegaban a “la Madre Rusia” entraban de contrabando, y aunque desde los años 50 hubo sub culturas juveniles que intentaban emular en vestimenta y música el rock and roll americano, fueron sofocados rápidamente por la maquinaria del partido único -comunista- de la Unión.
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Incluso durante la década de los 60 los jóvenes rusos supieron del fenómeno de The Beatles y rápidamente captaron el mensaje de libertad en la música del cuarteto Liverpool, copiaron su vestimenta, su idealismo, y esto provocó una expansión del “mercado negro” de discos, se hacían copias “bootlegs” de los discos occidentales, impresos en placas de rayos x recicladas en vez de en vinil-algo así como los flexi disc-, o se hacían grabaciones de los programas de radio occidentales, dando paso a una piratería muy curiosa.
De hecho hubo “hippies” en Rusia, solo que por las circunstancias eran menos radicales y politizados; solo estaban en esto por la música, que debió de parecerles exótica y fascinante. Pero tenían todo en contra, simple y sencillamente, para un gobierno totalitario, el rock era “malo”, una “influencia perniciosa” para sus jóvenes.
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Ya en los años 70 surgieron algunas bandas detrás de “la cortina de hierro” que cantaban en su propio idioma y que se las arreglaron para tener seguidores fieles a pesar de las prohibiciones. El gobierno revisaba y sancionaba las letras de los pocos grupos de “pop” y rock, en su afán de controlar toda manifestación juvenil que surgiera, dando paso a un movimiento de bandas instrumentales que lo mismo mezclaban rock con jazz y música clásica con música tradicional rusa; pero alejadas de la intención del rock; eran bandas oficialistas. La resistencia del gobierno hacia el rock era fiera.
Así que el desarrollo del “rock soviético” en esos años fue francamente pobre y poco fecundo -aunque si existió y tenía personalidad propia-. Fue hasta que a principios de los años 80 cuando surgió un fenómeno, una subcultura de bandas de rock clandestinas, fue un breve periodo que se dio principalmente en la cultural ciudad de Leningrado -ahora San Petersburgo-.
Bandas verdaderamente “underground” que tocaban en pequeños lugares, o en fiestas privadas en departamentos, apoyados por un pequeño grupo de fans, lo que luego se denominaría “tusovka”-escena joven-, es decir, un movimiento que reflejaba -tímidamente- una “ruptura” con la cultura oficialista, una forma alternativa de abordar el arte(musical, plástico, escénico) en la URSS, y que ayudaría en la transición cultural. El verdadero espíritu contestatario y de rebeldía del rock por fin había brotad en forma dentro del territorio Soviético.
Esa atmosfera precedió al cambio social que vendría en el país con la caída del comunismo. Antes de la existencia de la “Perestroika”, esta pequeña “escena” rocker hubiese sido impensable. Pero llegó un tipo con ideas transformadoras al poder: Mijaíl Gorbachov, el cual hablaba mucho de “libertades”, de progreso, mejoras, y acerca de abrir a la vieja Unión Soviética-con su sistema rígido y anquilosado- al mundo.
Supongo que Gorbachov se refería más bien a cambios y libertades de índole económico, de mercado, ante un economía rusa francamente estancada; pero la juventud de ese entonces le tomó la palabra al viejo y “bonachón” Gorbachov y a sus promesas de cambio, hartos ya de estar sosegados tras la cortina de hierro, y probaron hasta donde eran capaces de llegar sin que el gobierno los reprimiera brutalmente como era la costumbre.
La música sirvió -una vez más, en la historia- como un catalizador para promover ese espíritu de nuevas libertades. Los jóvenes en ese momento en realidad no tenían mucha idea de lo que pasaba fuera de esa cortina de hierro, salvo por las escasas grabaciones piratas que solían llegar. El “soundtrack” ad hoc de todo ese movimiento fue proporcionado por dos bandas emblemáticas: Aquarium y Kino. Los vientos de cambio -de los que luego cantaría Scorpions- estaban llegando.
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Pero incluso en esos momentos críticos y de transformación en los años 80, la gente no imaginaba lo que la historia les traería a la vuelta de la esquina, no pensaban que en unos cuantos años la URSS dejaría de existir como tal. Con la llegada de la Perestroika -a mitad de los años 80- el gobierno bajó un poco la guardia y actuaba de forma más permisiva, dejando a los chavos escuchar rock, usar jeans y camisetas de bandas, y ya no eran tan reprimidos cuando se congregaban en torno a un concierto. Incluso se organizaron varios festivales gratuitos con bandas internacionales.
Los jóvenes, desconfiados, creían que esas nuevas libertades eran solo una probadita momentánea, y que probablemente todo eso no duraría demasiado; que era una especie de accidente, y que debían de aprovecharlo al máximo. La historia les depararía no solo un cambio político y económico abrupto en su país, sino más rock –y derivados- del que hubiesen imaginado.
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A continuación enlistamos algunas de las bandas emblemáticas de dicho periodo histórico de transición, y de bandas actuales rusas que dieron continuidad a toda una forma muy particular de encarar el fenómeno del rock y el metal.
Aquarium
Ellos fueron los sobrevivientes de la escena soviética de los años 70, cuando de verdad era duro hacer rock, y por lo tanto son leyenda. Conformado por verdaderos genios y artistas detrás del proyecto, esto los puso a años luz delante de otras bandas de la época, que a decir de los que saben, eran bandas que sonaban horrible. Aquarium tenían calidad, poesía en sus letras y toda una filosofía detrás. Dada la condición de la que se habló arriba, las grabaciones y, por lo tanto, las influencias para esta banda eran dispares.
Para Aquarium iban desde Lou Reed, hasta Grateful Dead, pasando por el punk y la new wave. Lo de la influencia de Grateful Dead fue más ideológica que musical, pues se veían a sí mismos como una comuna, un taller de experimentación musical, viviendo en su propio mundo y componiendo y actuando en sus términos. De hecho su nombre simboliza un “acuario”, donde la gente interesada los podía ver, y ellos voltear a ver al escaso público; pero Aquarium vivían en su espacio propio, influenciados por la literatura fantástica.
Muchas bandas de Leningrado y otras regiones de la URSS intentaron sonar como ellos; pero esa actitud no se puede fingir. El fenómeno de Aquarium es el de una banda underground que les robó cámara a otras bandas más “oficialistas” que tenían cierto apoyo del gobierno, algo totalmente contra- cultural.
Kino
Banda emblemática del movimiento subterráneo y de un rock más “callejero” y comprometido que se dio en Leningrado en los años 80. La música minimalista pero potente de la banda trasmitía cierta melancolía y una ansiedad contenida, que de alguna forma reflejaba toda la trasformación de la sociedad soviética durante los cambios de los años 80.
Kino comenzaron como un grupo que tocaba en pequeños conciertos clandestinos y que alcanzaron la fama en toda la Unión Soviética; terminaron liderando simbólicamente dicha transición y es que de verdad que en su país hubo toda una “Kinomanía”. Sus grabaciones al principio eran caseras y puestas a distribución con el viejo pero efectivo método de los cassettes grabados que pasaban de mano en mano.
Trabajaban inicialmente en conjunto con miembros de la mencionada banda Aquarium, con quienes solían compartir escenario. La banda incluso llamó la atención fuera de la URSS en su momento y participaron en la realización de varias películas. Su álbum “Gruppa Krovi”-Blood Type- es un album que debería ser escuchado por cualquier fan del rock de los 80, en el cual trataba temas “tabú” en la entonces Unión Soviética, como lo es lo anti bélico, las injusticias de la guerra, y los cambios políticos/sociales del momento.
No hay verdaderas leyendas del rock sin una lamentable tragedia, y en el caso de Kino fue la muerte -en un accidente automovilístico- de su vocalista y principal compositor Viktor Tsoi. Su muerte conmocionó a la nación y a sus fans, quienes de repente se veían sin su líder/poeta simbólico.
Nautilus Pompilius
Continuando con la tradición new wave y post punk tan característica de las bandas 80’s de la-todavía- Unión Soviética, Nautilus Pompilius resultó en todo un fenómeno. Aclamados en su tierra y con diez discos en su haber representaban el llamado “rock de los Urales”. Sus fans se refieren a ellos sencillamente como “Nau”. También muy asociados con todo el ambiente que suscitó la Perestroika, sus letras filosóficas fueron una influencia en bandas subsecuentes. Incluso participaron una película en 1997, “Brother”-que trataba sobre la mafia rusa- interpretándose a sí mismos, y musicalizándola. En ese mismo año el grupo se desbandó; pero su vocalista, Vyacheslav Butusov, continuó con una exitosa carrera solista.
Korrozia Metalla
En la Unión Soviética de la tan mentada Perestroika también se cocinaba metal, y que, aprovechando que la censura del gobierno bajó un poco su puño de hierro, se dedicaron a “escandalizar” a la sociedad cuadrada de la época con su thrash metal desfachatado, y sus letras llenas de ironía y humor negro. Incluso, como buenos metaleros, jugaban con la imagen satánica y anti-todo, y tocaban temas que tan solo unos cuantos años antes eran considerados tabú en la URSS, como lo puede ser el simple hecho de cantar sobre temas sexuales sobrenaturales o acerca de la guerra, con títulos de canciones tales como “Vampire’s Panzer”, “AIDS” o “Dead Rasputin”. En escena parecían ser una banda de “shock rock”, usando máscaras y sangre artificial. Una curiosidad para los thrahsers de la época.
Pompeya
Banda de Moscú que parece seguir la tradición new wave y pop rock de unos Kino o de Nautilus Pompilius, pero con temas bailables y para la nueva generación. De hecho son una especie de abanderados del indie rock de su país, y la verdad sea dicha tienen calidad. Tanto que ya ni siquiera radican en su país; sino que se trasladaron a Los Angeles, y se presentan constantemente en festivales americanos y de Europa.
Arkona
Continuando con el metal, resulta imposible no mencionar a esta popular banda de Moscú, fundada en el año 2002, y quienes ejecutan de un peculiar folk – metal de gran calidad. La música folk de Rusia y la mitología eslava dan mucho material para este subgénero que a veces también es denominado como “pagan metal”, y Arkona lo hacen como nadie. Incluso ya han creado escuela y muchas bandas de su país siguen ya sus pasos. La banda lo hace ver todo más genuino utilizando instrumentos tradicionales de su región.
El nombre “Arkona” se refiere al último reducto “pagano”, una ciudad/fortaleza eslava que fue destruida en el año de 1168 por los cruzados liderados por el Obispo Absalon y el Rey Valdemar de Dinamarca. La vocalista y fundadora de la banda, Maria Arkhipova-también conocida como Masha Scream-, quién puede cantar sin problemas combinando “growls” agresivos con una voz limpia, es ya toda una referencia en el mundo del metal.
Ария (Aria)
No podíamos finalizar esta nota sin mencionar a Aria, una banda formada en Moscú en el año de 1985 y que desde entonces se ha mantenido activa. A diferencia de otras bandas en esta lista, su música está basada enteramente en la NWBHM, al punto de llegar a ser conocidos por varios medios como “Los Iron Maiden rusos”.
El grupo inició con el guitarrista Vladimir Holstinin y el bajista Alik Granovsky que venían de la banda Alpha, más adelante se añadieron el vocalista Valery Kipelov, el baterista Alexander Lvov y el teclista Kirill Pokrovsky, aunque esta alineación sólo duraría un año. La rotación de miembros en Aria ha sido tal, que los algunos de los ex miembros han formado bandas entre sí, dando origen a lo que se llama “La familia Aria”. Entre los grupos más destacados de esta familia podemos encontrar a Master (no confundir con la banda gringa de death metal) y Kipelov, formada por su ex vocalista que dejó el grupo en 2002.
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