Published on abril 28th, 2017 | by Isael Serra
Parabellum y el “Ultra Metal” colombiano que influyó en el Black Metal
Una época convulsa bajo el dominio de “El Patrón”
A principios de los hoy añorados años 80’s, la música heavy metal invadía las estanterías de las tiendas de discos de medio mundo, llegando incluso a países latinoamericanos como Colombia. Las bandas insignia del género -en esos años-, impactaban por su estilo rápido en los instrumentos, por sus portadas irreverentes o macabras, y por una actitud de franca rebeldía contra la sociedad cuadrada y conservadora de la época que quería que todo permaneciera igual, bajo control.
Esa música agresiva, ese estilo en el vestir anti convencional, y esa actitud de “al carajo todo” tuvo un caldo de cultivo ideal en una Colombia convulsa, que entraba a la década de los 80’s sumida en una de sus peores crisis económicas y con instituciones castrantes como el clero -al más puro estilo latinoamericano- que aún influían en la mayoría de la gente, justificando la pobreza y la miseria con la fantasmagórica y cruel promesa de una vida mejor en el más allá, en “otro reino”.
Un movimiento de heavy metal local, extremo, y totalmente underground, surgió justo en la ciudad de Medellín. Con sus altos índices de desempleo (lo que contribuía a que cientos de jóvenes se unieran a las filas del poderoso cartel local del narco, bajo las ordenes del mismísimo “Patrón”, Pablo Emilio Escobar Gaviria) Medellín figuraba entre las ciudades más violentas del mundo.
Ahí la juventud, envuelta en el caos y la violencia diaria generada por los narcos, la policía, la guerrilla, los políticos, la marginación y la pobreza, encontraron en el heavy metal un desfogue y cierta inspiración e identificación para aguantar en esos años conflictivos.
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Los jóvenes metaleros, de por si marginales, eran tratados como escoria por la sociedad y la policía, que no entendían muy bien porque todos esos greñudos vestidos de negro se reunían, nunca comprendieron que solamente buscaban esparcimiento, escuchar discos e intercambiar material, así que las llamadas “autoridades” optaban por reprimirlos violentamente.
Parabellum, «La Bruja», y el Ultra Metal
Carlos Mario Perez, “La Bruja”, guitarrista de Parabellum, perdió la cuenta de las veces que la policía lo recogía por el simple hecho de ser metalero. Ya hasta lo reconocían y lo saludaban cínicamente mientras se burlaban de él y de su pinta. La Bruja junto con el brutal baterista Tomás Cipriano, comenzaron a tocar juntos bajo el nombre de «Juana la Loca» alrededor de los años 1982-83 influenciados por bandas como Venom, Mercyful Fate, etc.
A falta de un vocalista hicieron una audición a la que se presentaron varios candidatos, entre ellos un peculiar personaje, Ramón Restrepo, quién en el momento de tener que cantar frente a un pequeño micrófono de grabadora, decidió hacer el aparatejo ese a un lado y cantar a puro pulmón, además, pensó Restrepo -un poco para diferenciarse de los demás candidatos y llamar la atención- , si la banda tiene el nombre de una bruja, ¿por qué no gritar como una siendo quemada?
¡Pum! Para algunos aquí nació la voz característica de varios subgéneros under, entre ellos el black metal. La voz de “bruja malévola siendo torturada”, que tanto apreciamos los fanáticos del black más crudo. Además los colombianos trataban temáticas satánicas y de blasfemia y guerra contra el cristianismo en sus letras. Antes de que Mayhem siquiera grabara “Deathcrush”.
Parabellum y sus escasas grabaciones –EP´s, grabaciones de ensayo- fueron sin duda muy influyentes; pero no estaban solos en esto, Reencarnación, fue el otro gran campeón de lo que se llamaría Ultra Metal; si, un genero en sí mismo ( no death metal, no thrash, no black metal; aunque pudiera ser un eslabón de estos tres):
Dada su escasa técnica a la hora de tocar sus instrumentos, estas bandas se enfocaban más en generar sonidos brutales, extremos y veloces, por lo que rápidamente fueron designados en la escena como “ultra metal” o metal “anti-técnico”.
La falta de equipo adecuado, la mera intuición e improvisación para crear (con escasos conocimientos de electrónica) la distorsión característica de sus guitarras, y el hecho de entrar a grabar en estudios que desconocían por completo lo que era el género metal –muchas de estas grabaciones, hoy de culto negro, se hicieron en estudios donde se grababan salsa, vallenato y cumbia-, elementos en contra que dotaron al género de un sonido low-fi, apresurado, ruidoso, caótico, y amplificado de forma torpe hasta crear un empaste de sonido.
Otras bandas del Ultra Metal de Medellín serían Astaroth, Sacrilegio, y Blasfemia, esta última creada de las cenizas de Parabellum, pues la banda no duró mucho en activo realmente, y nunca grabó un disco completo y en forma -más signos de banda “maldita”-.
La influencia directa en Mayhem, y por lo tanto, en el Black Metal Noruego
Y bueno, sí se trató un movimiento casi aislado del resto del mundo, hecho muy a su estilo, más con ganas que con técnica, con medios muy escasos, y con grabaciones pobres no muy difundidas en su momento ¿cómo es que se llega a decir que estas bandas tuvieron una marcada influencia en el sonido de los primeros Mayhem?
Pues resulta que los integrantes de Parabellum y los de Reencarnación, además de un promotor metalero colombiano conocido como Bull Metal, mantenían correspondencia e intercambio de cintas de ensayo y demos de sus respectivas bandas con Øystein Aarseth, “Euronymous”, el artífice del black metal noruego, quién llegó a declarar en entrevistas en fanzines su afición por Parabellum y por Resurrección, a quiénes consideraba bandas muy honestas y verdaderamente oscuras.
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A su vez, el baterista original de Mayhem, Kjetil Manheim dice sin tapujos que estas bandas estaban en la misma frecuencia que ellos y los movían las mismas ambiciones estilísticas. Si bien las bandas de “ultra metal” no son en ninguna forma “black metal” como lo conocemos, ahí estaban esos elementos característicos del black en las primitivas grabaciones de los colombianos: guitarras difusas, con los fraseos típicos “blackers”, punteados, veloces y cíclicos, las baterías violentas y secas, sin ninguna producción, y la voz rasposa, de bruja, escupiendo blasfemias y veneno satánico, sonando como el lamento de un animal herido. Ahí están las grabaciones que lo confirman.
Sin duda otras bandas como las brasileñas Sepultura, Vulcano, Sexthrash y Holocausto también exploraron por esos sonidos rudimentarios de metal extremo sudamericano; en el caso de las bandas colombianas si es sorprendente la similitud ente ellos y el black metal en las temáticas de las letras y en lo musical; se notaba que Mayhem tenían una identificación más directa con Parabellum y con Reencarnación y esto llevó a los noruegos por caminos más violentos-musicalmente hablando- , crudos y minimalistas, para forjar su legendario sonido black metal.
Portada: colombianthrash.blogspot.mx