Published on abril 21st, 2017 | by Esencia de Antes
Revista Callicanto: Redescubriendo las entrañas del Pasado tapatío
Hay una vieja máxima que dice que “no se quiere lo que no se conoce”. En ese sentido la divulgación del patrimonio histórico de nuestra ciudad es una labor apremiante ante la ola de atentados contra su integridad histórica e identitaria. La construcción de la Línea 3 del Tren Ligero ha sido un ejemplo de dicha tendencia destructiva.
De así pues, la necesidad de insistir en la difusión del patrimonio y su historia entre el público tapatío. Xalixco. Estudios Históricos y Patrimonio Cultural A.C. (XALIXCO A.C. para abreviar), es una asociación sin fines de lucro, cuya misión es el estudio del patrimonio histórico y cultural del Occidente de México (nacida en 2012); nuestros socios se dedican a gestionar proyectos multidisciplinarios, mediante una divulgación del patrimonio bien sustentada en la investigación científica y humanista.
Es así que nos enfocamos a la creación de diversos materiales para la divulgación patrimonial, tales como conferencias, ponencias, entrevistas, recorridos culturales, cursos, publicaciones académicas y de difusión, así como de materiales audiovisuales.
Uno de los proyectos estratégicos de XALIXCO AC es la Revista Callicanto (2015), publicación dedicada a difundir el patrimonio e historia de la región. Ésta debe su nombre tanto a un vocablo arcaico del castellano, como a un nahuatlismo. “De cal y canto” decían las huestes de Cortés que eran las casas y templos de los mexicas, haciendo referencia a su solidez, y a que estaban construidos con piedra y cubiertos de aplanados a base de cal.
“Calli” es el nombre que los antiguos mexicanos daban a sus casas, mientras que a los templos simplemente los llamaban “teocalli” (“casa del dios” en español). De la fusión de ambos vocablos, surge Callicanto, haciendo referencia al legado que ambas culturas, la hispánica y la mesoamericana aportaron al patrimonio cultural e histórico de nuestra nación.
Callicanto es una revista impresa cuatrimestral, cuyo primer número vio la luz hace casi dos años. Desde entonces, se han editado y publicado seis números que versan sobre la historia y patrimonio cultural de Guadalajara y otros lugares del Occidente de México.
Como línea editorial, Callicanto propone que la divulgación de los bienes culturales, es un paso imprescindible para la prevención y conservación del patrimonio que ante el desconocimiento y falta de conciencia, es depredado u olvidado. De igual manera, creemos que dicho proceso de divulgación debe estar acompañado y sustentado, en el conocimiento científico, siendo pues, la revista un vínculo entre la sociedad en general y los investigadores de los bienes culturales.
Así pues, Callicanto colabora en la divulgación de la historia tapatía y coadyuva en las labores de proyectos de investigación histórica y arqueológica. Algunos de los proyectos de dicha naturaleza en los que hemos colaborado en los últimos años son la Instalación del Consejo Consultivo Ciudadano de San Pedro Cholula, Puebla (2014), La Restauración de la fachada de la Casa de Indias de Cuexcomatitlán, Tlajomulco de Zúñiga (2015), El levantamiento fotogramétrico del petrograbado de La Chifladora, Ameca (2015), El registro fotográfico y alzado del acueducto de la Ex–Hacienda de El Carmen, Ahualulco, Jalisco (2016), el registro del Petrograbado de Santa María, Magdalena, Jalisco (2016), y la Asesoría cientifica en la Exposicion “Tradiciones al cuadrado: los cambios culturales despues de los Guachimontones” del Centro Interpretativo Phil. C. Weigand en el Sitio Arqueológico Los Guachimontones (2016).
- Quizá te interese: El Roxy, testigo inmóvil de la cultura tapatía
Recientemente, tras el redescubrimiento del icónico Puente de las Damas en el barrio de Mexicaltzingo, se nos ha permitido coadyuvar en la divulgación del proyecto de rescate liderado por los arquitectos Ignacio Gómez Arriola (INAH) y Carlos Xavier Massimi (INAH). Dicho puente colonial debe su origen al camino real de Colima, uno de los principales ejes comerciales de la Nueva Galicia.
Observando detenidamente los mapas de época y modernos puede apreciarse como las principales calles del citado barrio desembocan o se alinean a la actual avenida de Colón, otrora camino real. Así mismo se puede señalar que la dicha alineación del barrio en torno al eje comercial-vial del camino real, (que en dicha parte era conocido ya como calle de la Real Aduana, al caer ya dentro de la urbe) iba desde la desaparecida garita de Mexicaltzingo, ubicada aproximadamente en las actuales confluencias de la calzada del Águila y Avenida Constituyentes, seguía por la actual calle Colón, pasaba por entre la plaza principal de Mexicaltzingo, proseguía su derrotero cruzando el puente de las Damas hacia la plazuela de las Nueve Esquinas y finalmente desembocaba en la plaza de la Aduana, colindante por el costado poniente con la barda atrial del convento franciscano y su primorosa capilla de Nuestra Señora de Aránzazu.
La construcción del llamado “Puente de las Damas” salvó el principal obstáculo fisiográfico (el arroyo de El Arenal) entre la ciudad hispana y el barrio indio, mejorando el flujo de personas y mercancías en la zona, e incluso en la región centro-sur de la Nueva Galicia.
El citado “Puente de las Damas” fue construido en la última década del siglo XVIII, posiblemente entre 1796 y 1798, y según la tradición popular, fue patrocinado por damas pudientes de la oligarquía tapatía que deseaban visitar al milagroso Señor de la Penitencia de Mexicaltzingo. Constaba de cinco arcos de medio punto (el central un poco más ancho que los otros cuatro), con pilastras rectilíneas (no semicirculares como se pensaba antes).
En la base de cada uno de los arcos encontramos unas “puntas de diamante”, es decir, basas de planta y forma triangular que servían para disminuir la fricción y el empuje de las oscilantes corrientes de agua. Algunas representaciones pictóricas decimonónicas lo muestran con un par de “obeliscos” en cada extremo, cosa aún no corroborada por los investigadores del INAH. En las paredes de las galerías se aprecian grandes manchones de arena (con probables restos de cuarzo) incrustadas tras décadas de permanecer en la tierra.
El rescate del vetusto puente colonial es un hecho trascendental, ya que podría marcar un cambio en la tendencia tan “(t)apatía” de destruir antes que preservar. Pero para mantener viva esta esperanza, es necesario seguir divulgando la historia de nuestra ciudad, y que el ciudadano de a pie se atreva a conocer las entrañas del pasado de la urbe en la que hoy habita.
Texto e imágenes:
Erick González Rizo
XALIXCO AC/CALLICANTO
erickrizo2@gmail.com
Facebook de la Revista