Columnas

Published on octubre 17th, 2018 | by Esencia de Antes

Fanatismo y cancelaciones: Marduk no tocó en Monterrey

Marduk, la maquinaria sueca de black metal, fue el más reciente caso de ataque y censura por parte de fanáticos religiosos, que consideran que obligando a autoridades locales a cancelar conciertos underground,  ganarán puntos en sus congregaciones y se irán directo al cielo.

La realidad es que con su intolerancia retrograda afectaron a organizadores y a un público que, lejos de representar una “amenaza”, solo ansiaban ver a una simple banda de metal (que, por cierto, ha venido en varias ocasiones nuestro país sin ningún problema). Y nos hicieron ver, una vez más, que el tercermundismo duele, y duele un chingo.

Porque como bien dicen los organizadores afectados, si ahora cancelan un simple concierto de música, ¿Que nos garantiza que en el futuro no continúe la cesura y cancelen una presentación de un libro, o una exposición pictórica que no se ciña al fanatismo ramplón de un sector mal informado?

En esta ocasión las redes sociales fueron la plataforma mediante la cual, personas que no estaban muy enteradas de lo que es el black metal o no tenían ni idea de la existencia de la banda hasta ese momento, se “manifestaran” mediante una petición en “Change. org ”, bajo el anonimato de  la asociación “familias cristianas”.

Es sabido que ni siquiera fue una idea propia de dicha asociación, ya que la banda venía arrastrando situaciones similares y polémica entre evangelistas en Colombia y Guatemala, donde sus respectivas actuaciones fueron canceladas. Quedando confirmado que vivimos una nueva ola de “persecución” y “cacería de brujas”, con  sectas y grupos de fanáticos que no fomentan realmente una sociedad sana y diversa, sino que polarizan, dividen,  y ven “moros con tranchetes” en todos lados, y en pleno 2018, donde tanto se nos habla de una supuesta tolerancia y diversidad. Pues al parecer, “se aplican restricciones” para dicha tolerancia.

A decir de los organizadores en Monterrey –Chamuco Producciones; OK, el nombre no ayudó mucho a calmar la polémica- ellos creían que la petición de cancelación en la sultana del norte se trataba de una broma, dado que la empresa ya ha llevado bandas de black metal internacionales a su ciudad, sin complicaciones o “protestas”; así que se sorprendieron cuando las autoridades municipales de Monterrey decidieron negar el permiso para que se llevara a cabo el recital, tan solo unos días antes de la fecha del concierto, y sin dar ninguna explicación jurídica valida. Solo “presionados” por la dichosa “protesta” virtual de un grupo religioso evangelista, al que después se le sumaron asociaciones católicas. Cual si fuera chisme de tías mochas sin quehacer.

El lugar donde se llevaría a cabo el concierto era el legendario Café Iguana, donde se realizan eventos así con regularidad, así que el venue presenta -de rutina- una lista de sus eventos ante el municipio de Monterrey, y este a su vez da su aprobación mediante una firma. Pero en esta ocasión el municipio regresó el permiso para el concierto de Marduk sin la firma de marras, por lo cual no autorizaba el concierto. A decir de los organizadores: “Fue través de Jesús Alejandro Chapa Moreno, coordinador de espectáculos del municipio, -que- se les notificó que el concierto no había sido aprobado.

Cuando se le preguntó la razón, la respuesta fue: son órdenes de arriba, sin especificar a quién se refería. Fue pues, el municipio de Monterrey quien negó que el concierto de Marduk se llevara a cabo. Decidieron de manera unilateral  qué es bueno para los ciudadanos y qué no. Como si el ciudadano fuera un ente infantiloide y sin criterio mínimo. Cualquiera con dos dedos de frente sabe que , por más “blasfemo” y efectista que sea un grupo, se trata de una expresión artística, y básicamente no se trata de “una panda de criminales” sino de músicos profesionales que hacen uso de la libertad de expresión.

¿Dónde queda la supuesta separación entre la política y la religión? Independientemente si eres fan del black metal o no (tengo amigos blackers que detestan a Marduk y lo ven como un cúmulo de malos clichés del genero), la situación en si es bastante lamentable y de pena ajena. Incluso parece una mala broma tomando en cuenta que una semana antes se llevó acabo el Tecate Metal Fest en la misma ciudad, con bandas del género como Dark Funeral, o los pioneros Venom.

La gente de Monterrey habla del pastor evangélico que incitó todo esto en su ciudad, un tal Servando Suaste, líder religioso que tiene importantes vínculos con la política regiomontana, y está relacionado con sindicatos, además de haber sido líder de la CTM en el municipio de Guadalupe. Así que mucha de la responsabilidad recae en este personaje como salido de la política paternalista de los años 60. Por cierto, Suaste ahora se queja de recibir amenazas -en redes sociales- por parte de fans de la banda; y va más allá responsabilizando de estas amenazas a los organizadores, que francamente se han visto mucho más civilizados que las autoridades, a pesar de haber tenido fuertes pérdidas económicas con todo este rollo.

Parece que este señor religioso creía que en una democracia todos lo iban a ver como héroe. No se trata, por cierto, de un hecho aislado, pues ya anteriormente se canceló el espectáculo el Circo de los Horrores, así que estamos ante una nueva ola de fanatismo e intolerancia; como cuando el rock estuvo vetado por décadas en nuestro país, porque papá gobierno lo consideraba una “mala influencia”.

Por otro lado, el concierto de Marduk en CDMX se llevó a cabo sin contratiempos en la fecha señalada, aunque unas pocas personas fanáticas religiosas se apostaron afuera del Foro Indie Rocks, sosteniendo cartulinas con mensajes supuestamente bíblicos, gente que demuestra que poco o nada pueden hacer en una ciudad más grande donde hay otros problemas más urgentes que atender que cancelar conciertos underground.

Marduk cancelado

«Protesta» contra Marduk en la Ciudad de México


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