Columnas John Bonham

Published on junio 7th, 2019 | by Isael Serra

La muerte de John Bonham, el loco baterista de Led Zeppelin

Un 31 de Mayo, pero de 1948, nace al baterista John Bonham, el pulso detrás de Led Zeppelin. Así que hace apenas unos días fue su aniversario. Y aunque ya hace algún tiempo no anda en el mundo de los vivos, su singular presencia es siempre recordada en el panteón rockero.

El puesto que desempeñaba Bonham en la maquinaria Zeppelin no era cualquier cosa. Tanto que sin su presencia física el resto de los integrantes decidieron ya no continuar juntos bajo el logo de la banda, a pesar de las “carretadas de dinero” que les llegaron a ofrecer por una reunión. Y cumplieron con su palabra de ya no continuar con el legado de esa banda (con puntuales presentaciones especiales).

“The Mighty Zeppelin”, la banda que en la década de los años 70 llevó la esencia del rock a las alturas, a las sagas de leyenda; dicha década se vio influenciada y seducida por estos cuatro rockeros melenudos y estridentes de Inglaterra. Y eran todo un espectáculo, un prodigio que retomaba el rock n´roll, el blues, la experimentación.

Habían fincado su terreno a base de grandes discos: ya sea experimentando con sonidos pesados que precedieron al heavy metal y moldearon el hard rock, o entregando su personal aproximación/actualización del viejo blues.  Sin duda, parte importante del estilo característico de este añorado combo, fue la técnica y estilo de del baterista John Bonham.

Claro que los reflectores y las miradas eran atraídos -cual magneto- hacia las personalidades y talentos de Robert Plant y Jimmy Page; pero es que las actuaciones en vivo de “El Bonzo”, Bonham, eran como “una muestra vulgar de poder” del porque Led Zep reinaban. Page podía hacer extensos solos de guitarra usando una cuerda de violín, Plant podía hacer uso de sus registros vocales, tararear e improvisar melodías, y brillar como “el Dios dorado” que era;  y ahí atrás estaba John Bonham, ahí estaba el rock, la roca en la que se sostenía el sonido demoledor del Zeppelin gigantesco.

En vivo Bonham era un espectáculo por sí mismo. Hacia la mitad del set zeppeliano, el enorme y sofocado Bonzo ejecutaba un solo de batería donde terminaba tocando los platillos y los tambores con las propias manos y puños, sin baquetas. A veces sangraba y se refugiaba en el vodka y en el estilo de vida de rockstar, que él ya se había acostumbrado a  vivir al máximo. Como una forma de compensación por sus otras frustraciones -siempre le pesó no estar en casa con su familia y si en extensas giras-.

Un hombre que había sido siempre tan sencillo y con los pies en la tierra, ahora estaba inmerso, seducido por lo ilimitado, por los excesos de ser “la mejor banda de rock del mundo”-en esos momentos-. En cada presentación lo daba todo, por lo cual, al desarrollarse su alcoholismo, sus presentaciones en vivo se volvieron, lejos de ser climáticas, en tortuosas.

Conforme Led Zeppelin crecía, hasta volverse en un fenómeno mundial con su cuarto álbum,  las giras se hacían más largas y ambiciosas. Se dice que hacia sus últimas giras, Bonham quería tirar la toalla, se le veía abotagado, extenuado. Y si lo pensamos ahora, la realidad es que la banda no paraba, basaba su estrellato en la dinámica de grabar un disco y embarcarse en giras mundiales para promover el álbum, non stop.

El último día de John Bonham

En 24 de Septiembre de 1980 los cuatro miembros de Led Zeppelin se habían reunido para ensayar y prepararse para su próxima gira americana. Las exigencias físicas para Bonham eran inminentes; el Bonzo no estaba en buena forma, los excesos comenzaban a hacer mella en la salud del baterista. Los ensayos eran en un lugar cercano a una antigua casona que Page tenía en Windsor.

Al medio día,  rumbo al lugar de ensayo,  Bonham decidió detenerse a almorzar, solo que para acompañar su copioso alimento, el Bonzo requirió de varios vasos de vodka con jugo de naranja. En total habrá ingerido el equivalente a 16 shots de vodka -acompañados de jugo- . Y eso apenas para comenzar.

Llegando al ensayo, Bonham continuó bebiendo vodka de forma salvaje. Sus compañeros ya estaban acostumbrados a ese tipo de comportamiento; ellos mismos ingerían alcohol como si fuera agua, pero notaban que Bonzo ya bebía con abandono, deprimido; y que esto afectaba su desempeño en el banquillo de baterista. Estaban dispuestos a hablar con él respecto a su forma de beber, antes de que la gira comenzara; pero no ese día, no querían deprimir más a su amigo, quién en un momento dado del día le confesó a Plant, “Yo ya no sirvo de baterista; ya cualquiera toca mejor que yo; estoy acabado. Tú se el baterista y yo canto”.

La banda dejó de ensayar ya entrada la noche, un poco extenuados ante los escasos resultados de ese día. Se fueron a la casa de Page, y Bonzo continuó bebiendo hasta la medianoche, cuando, a decir de los testigos, se quedó  dormido. En realidad se había quedado inconsciente en un sofá, así que un asistente del equipo lo llevó cargando a una cama, y acostándolo de lado -lo cual pudo influir en su deceso-.

Al siguiente día, el bajista John Paul Jones y el tour manager Benji LeFevre fueron a ver como estaba el Bonzo. Lo vieron muy mal, intentaron despertarlo sin éxito. John Paul Jones tuvo que avisarles a los otros dos miembros de Zeppelin sobre la muerte del baterista. Jones decía sentirse en ese momento molesto y frustrado ante el desperdicio de vida del joven Bonham, quien entonces apenas contaba con 32 años.

Los resultados de la investigación arrojaron que Bonham consumió un aproximado de 40 shots de vodka en un periodo de apenas 12 horas. Por lo cual en algún momento de la noche, Bonham vomitó inconsciente, y residuos de esta materia lo ahogaron. Una condición conocida como neumonía por aspiración. Una muerte accidental. La autopsia no encontró rastros de otras drogas recreativas en el cuerpo del Bonzo, la causa había sido puro alcohol.

Lejos de pensar en un remplazo, Led Zeppelin decidió que este hecho era lo suficientemente grave para dejar de lado a la banda y concentrarse en sus respectivas carreras solistas. Así que el 4 de Diciembre de 1980 Led Zeppelin anunció su separación mediante un boletín de prensa, donde aseguraban que dado el dolor y la perdida ya no podían seguir tocando bajo ese nombre. Púes la armonía se había perdido, algo se había ido para siempre. En el entendido que cada músico participante era fundamental para lograr el sonido Zeppelin.


About the Author

Isael Serra

Lic. en Derecho y en Admon de Empresas. Ha colaborado para el diario La Jornada en el rubro de periodismo rockero. Conductor del programa especializado "Estridencia" en radio por internet. Metalero/Rockero irredento.



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