Cine

Published on marzo 1st, 2019 | by Isael Serra

Lords of Chaos: el black metal noruego desmitificado

Después de meses de expectación en la comunidad metalera -expectación tanto de detractores como de curiosos-, al fin se estrenó a nivel mundial la película Lords of Chaos, que trata sobre la escena de Black Metal noruego a principios de los años 90, basada en el libro publicado en 1998, y que se centra en la figura de Øystein Aarseth, “Euronymous”, líder y creador de la banda Mayhem.

En estos últimos días la película completa ha circulado en redes sociales y demás plataformas, lo que ha permitido que muchos interesados en las biopics de rock/metaleras puedan verla sin mayor problema. A pesar de que el Tío Varg –Vikernes, de Burzum- ha descalificado la cinta y ha recomendado no verla “por estar llena de mentiras y omisiones”. La misma película se ha tomado esto con humor y al inicio de la cinta se puede leer: “basada en hechos verídicos… mentiras… y lo que realmente pasó”.

Dejando en evidencia, que desde la raíz, los hechos de lo que sucedió realmente pasaron por el filtro de las exageraciones de los protagonistas y testigos; y luego por el sensacionalismo del libro en el que se basa la cinta. Así que esta adaptación es solo eso, una versión más, si se quiere hasta descafeinada y “light”; como ya sucedió en la película biográfica de Queen.

El director Jonas Akerlund no es ningún improvisado en el tema de metal escandinavo, ya que él fue baterista original de la banda sueca Bathory (aunque realmente no llegó a grabar en ninguno de sus míticos álbumes de los 80). Akerlund sabe de lo que habla y es un metalhead haciendo una cinta para metalheads, en el sentido que está llena de detalles y guiños para el fan del género, sin necesariamente caer en la línea del documental fiel, pues ya hay varios documentales sobre el black metal (Until the Light Take Us, Satan Rides the Media, Pure Fucking Mayhem, Once Upon A Time in Norway, etc).

Es decir que el tópico se ha explorado y explotado bastante, pero esta cinta va por otro lado, por el lado del simple entretenimiento, no entra en detalles sobre la ideología torcida de los protagonistas y sus bandas, que mezclaban con desparpajo y cinismo cuestiones como el fascismo, el anti cristianismo, el neo nazismo, etc. En parte como una forma de generar shock y llamar la atención hacia su música, y en parte porque muchos de ellos realmente eran unos sociópatas adolescentes.

Akerlund, el director de la cinta, propone una visión más enfocada en la recreación y comprensión de la época (finales de los años 80 y principios de los 90) y del metal extremo como un escape de una sociedad cuadrada y aburrida. Se puede notar el nivel de detalle y producción en este trabajo; por ejemplo, al ver la tienda de Euronymous, llamada Helvete -infierno en noruego-, perfectamente recreada, con las estanterías repletas de discos de vinil clásicos del metal: Mercyful Fate, Sodom, Obituary, Exodus, Motörhead, Metallica, etc.

También se pueden ver los picture disc de bandas como Venom (banda que Euronymous tanto apreciaba), y un detalle que han mencionado quienes conocían bien la tienda. Así como el lugar tapizado de posters, flyers y stickers, perfectamente acordes con la época, y con el hábitat de un verdadero metalero. El director de esta película sentía que los documentales, fanzines y libros al respecto pintaban a los protagonistas de este embrollo desde el lado amarillista, y hacían ver a gente como Varg, Euronymous o Faust como “misteriosos” entes demoniacos, fríos, enajenados y sin sentimiento alguno.

La cinta refleja una realidad incontrovertible: los involucrados eran jóvenes músicos que rondaban los 18, 20 y 23 años, y como tales se comportan, bromeando, molestándose entre si, diciendo burradas y haciendo tropelías que luego escalarían a los crímenes que ya conocemos; y, aunque torcido, se regían por una especie de “código de honor” que luego fue roto; y por más misántropos que se presentaran a sí mismos, formaban un núcleo duro de camaradería –el inefable Inner Circle-. Finalmente, ellos solos, unidos –por el metal- en una mini escena de un país olvidado en un rincón del mundo, lograron crear algo único y memorable.

Imagen vía https://www.last.fm/

Por supuesto que hay inexactitudes y cosas que se cambiaron en beneficio de un guion cinematográfico -la película fluye bien y es entretenida hasta para alguien ajeno a esta escena-. Y no faltará el super true que le ponga peros a tal o cual detalle. Aunque los menos quisquillosos realmente se sentirán ahí, en la Noruega 90’s, con tipos que se parecen -y comportan como- a muchos metaleros promedio, dispuestos a escuchar a Accept a todo volumen mientras toman cervezas con los amigos y hacen gamberradas.

Como hemos dicho, la época en que se sitúa está muy bien recreada gracias a un especial sistema del director, quién se basó en las fotos de la época, ya que como dice Rory Culkin -quien interpreta al “rey de la maldad”, Euronymous- , este grupo de jóvenes músicos eran muy buenos documentando sus propias vidas. Así que a lo largo de la película podemos ver, cada una de las fotos que los fans conocemos bien, recreadas en todos los sentidos, con un vestuario muy fiel, y los fondos casi idénticos.

Otra cosa que le llamó la atención al protagonista Rory Culkin, y que le ayudó a desarrollar el personaje, es que en las fotos de sesión de estos grupos, todos salían muy serios y con poses amenazantes de “perdona vidas”; pero en otras fotos y videos, Euronymous y su séquito salían sonriendo y bromeando. Esto fue una clave para el approach de su actuación, donde vemos a un Øystein Aarseth humano, hablador, teatral, algo paranoico y hasta con novia -detalle que Varg Virkenes ha desmentido en uno de sus recientes videos sobre sus opiniones de la película-.

Por cierto, el otro protagonista de los hechos reales, el “asesino bonachón” Varg Vikernes- de la banda de un solo hombre, Burzum-, se ha pronunciado al respecto desde que se supo que la cinta se estaba produciendo, así que él también está aprovechando indirectamente todo este fenómeno; sin duda, el hecho de que su papel lo haga un actor judío le dolió en lo más profundo de su antisemita ser; y parece hasta ser un detalle hecho a propósito.

El sector más recalcitrante de fanáticos del Black Metal noruego comparten si opinión sobre la película, ese que dicta que esta cinta “quemará”/choteará un género que se supone está pensado solo para “una elite única y especial”. Que exhibirá al “grupo selecto” solo como un chiché ante el gran público, que el black metal noruego no está destinado para las masas; algo totalmente absurdo y hasta infantiloide, tomando en cuenta que en esta era de la comunicación inmediata toda esa música y todos esos datos supuestamente “secretos” están a la mano de cualquiera. Además de que el libro en el que se basa la cinta ya ha dado a conocer la historia en general. Claro, con sus omisiones y sus “asegunes”.

De cualquier forma la película no se basa fielmente en el citado libro; aceptémoslo, hubiese sido aburrido tratar de plasmar todas las ideas que en las entrevistas del libro se vierten: todo ese rollo del neo paganismo, Odínismo/Ásatrú, Satanismo teológico y demás “ideario”. También la película se toma libertades, como el hecho de que en esta adaptación se señale directamente a Varg como el único responsable de la quema de la iglesia de Fantoft -la primera de varias en ser incendiadas-, siendo que nunca se pudo probar su responsabilidad directa; y que hasta el mismo Vikernes, hábilmente ha negado dicha conexión, diciendo que otras personas -menos Oystein- intervinieron en ello.

La realidad tal vez nunca la sepamos, así que es obvio que a película es tan solo una reinterpretación más de esto. Por cierto que los efectos especiales son muy convincentes en las escenas de la quema de iglesias -otro punto a favor-. También la música resulta muy buena, y, a pesar de que se dijo que Mayhem no había autorizado el uso de sus canciones, finalmente si podemos escuchar los himnos negros de esta banda en la cinta. Así como una muy cuidada selección de canciones de bandas como Bathory, Sodom, Celtic Frost, Sarcófago, Grotesque, Cathedral, Dio, Holy Terror, Sigur Rós, Tormentor etc.

E incluso Attila Csihar de la banda Tormentor (y quién grabó las voces del clásico álbum de Mayhem, “De Miisteries Dom Sathanas”) contribuyó activamente en esta cinta, y su propio hijo lo interpretó en los escasos segundos donde aparece. Así que no todos los que vivieron los hechos de la escena noruega se opusieron ferozmente a esta adaptación. ¿Y usted amigo lector, ya la vio? ¿O sus prejuicios y fuertes “valores trues” no se lo permiten?


About the Author

Isael Serra

Lic. en Derecho y en Admon de Empresas. Ha colaborado para el diario La Jornada en el rubro de periodismo rockero. Conductor del programa especializado "Estridencia" en radio por internet. Metalero/Rockero irredento.



Back to Top ↑