Published on septiembre 30th, 2019 | by Isael Serra
Desastres en conciertos de rock
El rock tiene su lado oscuro, y lo que debiera ser un momento de felicidad y esparcimiento, como lo es un concierto, a veces puede resultar en una pesadilla. En este texto no se hablará de incidentes como los ataques terroristas que sucedieron en el concierto de The Eagles of Death Metal en París; ni del lamentable asesinato del genial guitarrista Dimebag Darrell; sino de esas situaciones que se salieron de control, ya sea por negligencia de organizadores o miembros de la seguridad, o por la misma euforia del público.
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En los años 60, con el fenómeno de la “beatlemania”, el rock se volvió algo masivo. Atrás quedaban los años donde Elvis, Chuck Berry o Little Richard se presentaban en salones de baile-Ballrooms– acondicionados para conciertos, donde solo cabían unos cientos de afortunados. Fue con The Beatles y su popularidad en EE.UU. que se hizo necesario recurrir a los inmensos estadios para que miles de fans pudieran ver a sus artistas. A mayor número de gente, mas euforia y más descontrol.
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En el caso de The Beatles, los incidentes en sus conciertos masivos no pasaban de una muchedumbre animada, que con sus gritos histéricos ni siquiera permitían a los cuatro de Liverpool, distinguir el sonido de sus propios instrumentos. Por lo cual los “Fab Four” desistieron de seguir presentándose en vivo. ¿Para qué? Si ni siquiera ellos podían escucharse -aún los sistemas de amplificación para recintos grandes estaban en pañales-. Pero esto dio pie a festivales musicales con grandes audiencias, donde se presentaban varias bandas de renombre para llenar ese hueco comercial dejado por The Beatles, y que estaba explotando. A finales de los años 60 varios festivales famosos se celebraron en parques públicos.
Woodstock, al borde del desastre
Es con la llegada de Woodstock, en 1969, que este fenómeno de los conciertos multitudinarios se magnificó hasta puntos impensables anteriormente. En el icónico festival de “paz y amor” estuvo cerca del desastre durante los tres días que duró. La afluencia rebasó por mucho a la esperada. Hordas de asistentes tomaron por asalto la zona rural donde se efectuó y, lo que iba a ser un festival con un costo para cada día, terminó siendo gratuito ante la invasión de miles de personas, que terminaron entrando sin complicaciones. Al principio, haciendo agujeros en las vallas, y ya luego acampando cerca del escenario con la anuencia de los sorprendidos -y desfalcados- organizadores.
Era tanta la gente, que de inmediato escasearon los alimentos disponibles a la venta, los pocos locales que vendían hot dogs vieron la oportunidad de hacer su agosto y subieron sus precios; pero la gente de inmediato se inconformó con los abusos, y, hartos de esperar por horas para ser atendidos, incendiaron estos puestos. Resultado, ya no había comida para alimentar a “la nación Woodstock”.
Fue una comuna llamada “The Hog Farm Collective” quienes, ante la emergencia, repartieron de manera gratuita tazones con granola. Y así muchos no pasaron tanta hambre durante el festival. Otro servicio que se colapsó fueron los sanitarios, se hicieron enormes filas para poder acceder a los escasos baños portátiles, la espera para poder entrar a uno de estos era de más de una hora, y estos baños portátiles estaban desbordándose en suciedad, misma que formó un rio viscoso que se mezcló con el infame lodo del evento, donde los hippies se zambullían alegremente.
La fila de autos para llegar al lugar también fue monstruosa, por lo que muchos optaron por dejar sus autos abandonados en plena carretera y se fueron pie hasta el poblado donde fue el evento, provocando un épico atascadero de coches. Muchas de las bandas, tal es el caso de Grateful Dead, tuvieron que llegar en helicóptero, para poder tocar. Con todo esto, increíblemente solo dos personas fallecieron en el lugar, aunque eso sí, muchos se intoxicaron con tan solo beber el kool-aid que alguien mezcló con LSD. Don´t take the brown acid, man.
Avándaro, Rock sin ruedas
En Avándaro, “el Woodstock mexicano” de 1971, sucedieron cosas similares; pero no al nivel que la prensa sensacionalista lo manejó. Ante la enorme asistencia, las filas de autos eran tan largas que muchas personas prefirieron llegar a pie. Y otras, ante un panorama lleno de coches estacionados en la carretera, mejor ni lo intentaron y emprendieron el camino de regreso casa; tal es el caso de Javier Batiz, quién aunque formalmente había desistido en participar en el “Festival Rock y Ruedas”, de último momento creyó que podía llegar a tocar a tiempo y no lo logró, dada la enorme cantidad de autos que obstaculizaban el camino. Así como hay muchas historias de gente que fue al Festival, yo he escuchado historias de personas que se lo perdieron, pues no pudieron llegar por el embotellamiento en las cercanías. E incluso por radio se conminaba a la genta a ya no ir rumbo a Valle de Bravo.
Durante ese fin de semana -del 9 al 11 de Septiembre-, hubo lluvia, lodo, fallas técnicas, retrasos o cancelaciones de los grupos, etc. La gente lo invadió todo: el escenario, las torres de iluminación, e incluso el llamado Circuito Avándaro, así que no se pudo efectuar la carrera de autos contemplada, que le daba el nombre de “Ruedas” al legendario festival. Además, ante la muestra espontanea de la juventud que se expresó de manera contra cultural acorde al espíritu de la época, el gobierno mexicano no vio con buenos ojos el llamado movimiento de “La Onda” de los chavos, y decidió de manera autoritaria vetar el rock en México; el veto duró hasta bien entrados los años 80. Prohibidos los conciertos masivos de nuestro amado género, cortesía de “papá gobierno”, a quién no le gustaban las aglomeraciones de jóvenes, pues las funestas sombras de Tlatelolco y “el Halconazo”, prevalecían.
Altamont, el fin del sueño hippie.
Pero situaciones como las acontecidas en Woodstock -y sus posteriores réplicas- palidecerían ante lo que vendría después: verdaderos y lamentables actos de violencia. Altamont 1969, fue ideado como la contraparte de “la costa oeste” de Woodstock, y se celebró justo a escasos cuatro meses de este; la intención era que juntar en un show gratuito a dos colosos del rock and roll de la época: The Rolling Stones y The Grateful Dead- estos últimos prefirieron no salir a tocar ante la ola de violencia que se desató-.
Desde el principio la idea promovida por miembros de Jefferson Airplane no marchó bien: se planeó hacerlo en San Francisco, pero por esas fechas la policía había reprimido fuertemente a los hippies que se congregaban en distrito de Haight-Ashbury; así que las autoridades se negaron a cooperar con la seguridad del evento. Varios lugares en California se contemplaron para llevar a cabo el festival; pero las negociaciones no prosperaron, y se tomó la pista de carreras de Altamont, en el condado de Alameda, California, como una solución casi desesperada.
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El día del evento, las bandas -en el bill estaban Santana, Jefferson Airplane, Crosby, Stills, Nash & Young, etc- se percataron que en el lugar existía poco control de la situación, desorden, y poca supervisión. De acuerdo a Grace Slick -vocalista de Jefferson Airplane-, malas vibras se sentían desde antes de comenzar el evento, algo peculiar rondaba en el aire. Las vibras amorosas y de fraternidad que invadieron Woodstock no estaban presentes.
Al cambiar constantemente de cedes, en una mala y apresurada planeación, el escenario quedó muy bajo. Por lo cual se recurrió a miembros de la pandilla de motociclistas Hell Angels para que sirvieran como contención y protección entre el escenario y la gente, mala idea. Enloquecidos de poder, y ebrios -pues se les pagó con cerveza- los Hell Angels, armados con tacos de billar, comenzaron a golpear gente a diestra y siniestra por casi cualquier motivo; las personas que debían proporcionar seguridad, estaban aterrorizando a los asistentes. Todo esto se expone en el documental del evento, “Gimme Shelter”, de 1970.
Conforme avanzaba el día, y la cerveza y las drogas fluían, las cosas se ponían más feas. Se veían peleas en todos lados, los vocalistas de las bandas intentaban calmar los ánimos sin mucho éxito. Los Rolling Stones llegaron al lugar en un helicóptero, y mientras Mick Jagger se dirigía al tráiler que fungía como su camerino, y un violento fan lo golpeó en justo en la cara. Mientras Jefferson Airplane tocaba, un Hell Angel noqueó a uno de sus vocalistas. Al ver estas situaciones, los miembros de Grateful Dead optaron por no tocar; así que el acto principal, Los Rolling Stones, subieron al escenario.
A la segunda canción, “Sympathy for the Devil” la tensión aumentaba, y mientras tocaban “Under My Thumb”, varios miembros de la audiencia intentaron llegar al escenario, entre ellos el joven afroamericano Meredith Hunter de 18 años. Los Hell Angels los detuvieron, se armó una pequeña revuelta; pero Meredith Hunter sacó un revólver y un Hell Angel lo acuchilló seis veces, matándolo ahí mismo, ante la impotencia y sorpresa de quienes los rodeaban. Todo esto fue capturado en video. Se puede notar el desconcierto de Mick Jagger quien pide calma. Otras dos personas murieron ese día en el lugar a causa de accidentes, uno de ellos fue atropellado por una chica ebria que huyó. Los años 60 habían llegado a su fin, y los sueños hippies de un mundo lleno de amor y paz eran masacrados.
Asfixiados en The Who.
Luego de la muerte de su carismático baterista, Keith Moon, The Who regresó de gira para promocionar su disco “Who are You”. Todo le salió mal a la banda inglesa en un concierto en Diciembre de 1979, en Cincinnati, Ohio. El evento era de “admisión general”, así que los primeros en entrar podían tener un puesto preferencial, y situarse al frente al escenario; pero las puertas no se abrieron en los horarios señalados, así que la gente se amontonó frente a estas un largo rato, impacientándose cada vez más. Mientras esperaban, The Who realizaba un retrasado soundcheck y algunos fans creyeron erróneamente que la banda ya estaba tocando (otra teoría sugiere que dentro del lugar se estaba proyectando la reciente película de la banda, “Quadrophenia”), por lo cual, desesperados, la gente de atrás comenzó a empujar a los de adelante, aplastando contra las puertas a varias personas que se encontraban enfrente.
Murieron 11 personas por asfixia y 26 más resultaron severamente lesionados. Como consecuencia, varias fechas se cancelaron, las familias de las victimas demandaron a la banda y se les prohibió tocar en esa y otras ciudades americanas por un tiempo considerable. El lamentable incidente inspiró una escena para la película Pink Floyd-The Wall.
Monstruos del Rock
En Agosto de 1988, durante la celebración del festival inglés Monsters of Rock, dos personas murieron aplastadas mientras Guns N´ Roses comenzaba a tocar. Pues las cerca de 100, 000 personas se amontonaron frente al escenario para poder ver y escuchar mejor a la banda del momento. A pesar de que Axl conminaba a la gente a retroceder y guardar la calma, nadie le hizo caso.
Los medios responsabilizaron al grupo por estas muertes y los denominaron como “la banda más peligrosa del planeta”. La realidad es que año con año la audiencia del festival Monsters of Rock se volvía cada vez más agresiva, la gente cada vez era más joven y tendía a tomar en exceso, y agarraron la mala costumbre de arrojar lodo y empujar en masa; y en el 88 ese comportamiento cobró la vida de los dos fans, quienes, fueron pisoteados hasta hundirlos en el fangoso suelo de Donington, pues había llovido el día anterior.
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En 1992 los astros parecían haberse alineado y las dos más grandes bandas del momento, Metallica y Guns N´Roses realizaron una gira conjunta en varios estadios. Se invitó a Nirvana a que fueran el acto abridor, pero Kurt Cobain rechazó con desdén la oferta; así que la banda Faith No More, entró al quite. Todo pintaba para ser el evento definitivo de esos –hoy añorados, principios de los- años 90. Pero los incidentes no se hicieron esperar ante la extraña mezcla. Constantemente Axl Rose se quejaba de dolor de garganta, dado el ajetreado y demandante itinerario. Por lo cual muchos shows fueron reagendados, hasta que la voz de “Super” Axl estuviera en forma. Incluso una fecha fue cancelada.
Pero lo peor llegaría cuando se presentaron en Montreal, en esa infame fecha James Hetfield sufrió quemaduras de tercer grado en la mitad de su cuerpo, al colocarse accidentalmente justo debajo de la espectacular pirotecnia, mientras comenzaban a tocar “Fade to Black”. Bajo estas circunstancias Metallica tuvo que dejar el escenario. Lo que siguió fue una de las típicas reacciones de Axl. Justo cuando todos esperaban que los Guns salvarán la noche, la banda se retrasó en salir. El público se impacientaba cada vez más, y cuando por fin Guns N´Roses salieron al escenario, los monitores no se escuchaban. La banda no podía oírse a sí misma. Además Axl se quejó de dolor de garganta. Así que también abandonaron prematuramente el escenario.
La gente se sintió estafada y comenzaron una revuelta que se extendió hasta las calles de Montreal, donde voltearon autos, incendiaron locales comerciales y rompieron ventanas. Las autoridades locales pico pudieron hacer para controlar estos riots. A pesar de todo la gira conjunta resultó en un éxito financiero, menos para Guns N´ Roses, pues, -sí, otra vez- Axl realizaba extravagantes fiestas temáticas en el backstage, durante cada presentación, esto le llevó a consumir el 80 % de las ganancias de la banda en dicho tour. Además los multaban cada que se salían tarde al escenario, o sea, siempre.
Woodstock 1999
Para celebrar el 30 aniversario del Festival de Woodstock se llevó a cabo, en un base aérea abandonada, en el Estado de New York, este fallido Woodstock 99. Las bandas eran “de chilli, de mole y de manteca”, es decir, se mezclaban desde el rock alternativo, el “Nu Metal”, el rap, el metal, etc. Entre las bandas más reconocidas estaban, Metallica, Megadeth, Muse, Red Hot Chili Peppers, Counting Crows, Godsmack, Collective Soul, Rage Against The Machine, Ice Cube, Limp Bizkit, Kid Rock, Korn, Bush, The Offspring, Willie Nelson etc. Sin embargo, el espíritu de paz y amor del Woodstock original no estuvo presente.
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Después de la presentación de Limp Bizkit, la gente se puso muy orate: Luego de horas de permanecer bajo un sol inclemente, de hacer largas filas para usar cajeros automáticos que a veces no funcionaban, y de pagar cuatro dólares por botellitas de agua, la gente tuvo suficiente, así que destrozaron los cajeros para llevarse el dinero, rompieron tuberías para refrescarse, creando encharcamientos, quemaron tráilers y vehículos y robaron mercancía de estos, tiraron las torres de sonido e iluminación, se reportaron varias violaciones, y una persona murió por un golpe de calor.
Algunas bandas incitaban el desastre, como los payasitos malosos de Insane Clown Posse, que arrojaban al público billetes de cien dólares para que la gente se peleara por ellos; o Kid Rock , que retó a la gente a arrojar botellas de plástico al escenario. Y esto duró tres largos días. Al final la policía estatal tuvo que intervenir y el escenario de destrucción era desolador. Un periódico de San Francisco calificó al evento como “el día en que la música murió”.
Aplastamiento en el Festival Rockslide
En el año 2000, en un tradicional festival de Dinamarca llamado Roskilde, mientras Pearl Jam tocaba, la gente se apretujaba frente al escenario. Eddie Vedder conminó a la gente a retroceder, pero ya habían sido aplastadas nueve personas y 26 fueron lesionadas por la multitud. Pearl Jam hace referencia a este incidente en su canción «Love Boat Captain» con el verso “Perdimos nueve amigos que nunca conocimos.
Pukkelpop 2011
Pukkelpop es un festival anual llevado a cabo en Bélgica, donde se mezclan el metal, el rock alternativo, el rap, la electrónica, etc. En 2011 se presentaron los Foo Fighters, Offspring, Eminem, 30 Seconds To Mars, etc. El primer día del festival una fuerte tormenta colapsó los escenarios, las lonas que se habían montado, provocó la caída de árboles, etc. 5 personas murieron y cientos resultaron heridas.
El Fuego de Great White
Un muy lamentable incidente sucedió la noche del 20 de Febrero de 2003, en una presentación de la banda de hard rock Great White, en el club The Station, cuando irresponsablemente el manager del grupo utilizó pirotecnia -como solían hacer en sus años de gloria en estadios-. El problema fue que el techo del club estaba forrado con hule espuma para aislar el sonido -como el que se suele utilizar en los estudios de grabación-.
Justo al iniciar su show, uno de estos fuegos pirotécnicos alcanzó el techo comenzando un terrible incendió que se propagó rápidamente y generó un denso y tóxico humo que impidió a muchos salir, dado que nubló la visibilidad. El incendio acabó con la vida de cien personas, entre ellos el guitarrista de la banda, Ty Longley.
Otras 230 personas sufrieron severas quemaduras e intoxicación y escaparon de esa trampa infernal como pudieron. Las imágenes grabadas en video son impactantes. Los dueños del lugar y el manager de la banda fueron enjuiciados por estos hechos. A la fecha se recuerda más a Great White por este desastre que por sus hits de los años 80 y 90.
Incendio en el Cromañón.
Otro incendio terrible sucedió en Buenos Aires, Argentina, en el año 2004. En un concierto de la banda de rock, Callejeros. El desastre ocurrió en el club “República Cromañón”. Durante la presentación de la banda, uno de los asistentes accionó una bengala, tal como suelen o solían hacer las barras -porras- argentinas de fútbol. La bengala alcanzó el techo, que, al igual que en el caso del club The Station con Great White, estaba forrado de poliuretano, un material altamente inflamable.
Rápidamente el incendió se propagó y la gente intentó escapar; pero varios factores impidieron a la mayoría salir. Entre ellos, el hecho de que una de las puertas de salida estaba cerrada con candado y cadenas, para que “nadie se colara”, pues la puerta conectaba con el lobby de un hotel. El humo/gases tóxicos acabaron con la vida de la mayoría de la gente que luchaba desesperada por salir, y que lo hacían a ciegas, pues el denso humo les impedía ver. Murieron 194 personas y al menos 1432 resultaron heridas; a la fecha el pueblo argentino recuerda con horror estos hechos.
Un desastre similar sucedió en el año 2015, en un concierto gratuito de la banda Rumana de Metalcore, llamada Goodbye to Gravity. Misma situación a los casos anteriores: uso de pirotecnia en un club cerrado, cuyo techo y pilares estaban forrados con poliuretano para aislar las ondas de sonido. Resultado de esta negligencia: la muerte de 58 personas, incluidos 4 de los 5 miembros del grupo.
Aplastamiento en un concierto de la banda Doom, en Chile.
La banda de hardcore/punk/crust, inglesa, Doom, son de esos tipos relajados y comprometidos al cien por ciento con lo que hablan en sus letras. Veganos y anti violencia, sus posturas y mensajes no son una mera pose. Nunca hubiesen imaginado que en uno de sus conciertos fallecerían 4 personas por la negligencia de esos organizadores improvisados que abundan en nuestros países latinoamericanos. En Chile muchos esperaban a esta banda, era la primera vez que Doom se presentaría en ese país; por lo que el hecho de que se realizara en un pequeño club resultó frustrante. Pero ya se sabe, a los punks latinoamericanos les encanta hacer “portazos”, es decir, entrar a la fuerza porque anti-capitalismo.
Sucedió en el año 2015, y el club presentaba las características para el desastre al encontrarse de manera subterránea -literal- pues se accedía a él luego de bajar unas incomodas y serpenteantes escaleras. El lugar ya estaba lleno, y con todo, los punks que pretendían entrar a la fuerza se enfrentaron con la policía a las afueras del club, las patrullas de policía retrocedieron. Esto precipitó las cosas.
Animados por su pequeño triunfo y en una batalla campal, los punks tiraron la reja que daba acceso a las escaleras, ahí sucedió lo peor, pues los encargados de la seguridad respondieron con golpes de bates de baseball, usando teasers de descargas eléctricas, un extintor, y una mesa metálica.
Intentaron repeler a quienes pretendían entrar, causando un amontonamiento en una zona muy pequeño, como lo son estas escaleras de caracol, algunos cayeron por esta empinada trampa, quedando atrapados en ese espacio, amontonados, y cuatro jóvenes murieron asfixiados, aplastados en esta avalancha de gente, entre golpes y pisotones. Lamentable.