Noticias Red Fang

Published on marzo 16th, 2018 | by Daniel Pimentel

¡Por fin llegó Red Fang a Guadalajara!

Si me preguntas a mí, te diré que hay varios requisitos para triunfar hoy en día en el mundo del metal, pero dos de los principales son talento y huevos; afortunadamente Red Fang tiene los dos. Ojo, no debemos romantizar la palabra “talento” ni convertirla en sinónimo de “virtuosismo”; para mí, el talento es más simple, para mí tiene que ver más con el feelin’ que con la ejecución del instrumento. Pero bueno, no me voy a enredar en eso, mejor vayamos a lo que aconteció  anoche.

Como siempre, nuestra velada comenzó a la hora especificada. Si algo les debemos reconocer a nuestros camaradas de ACK Promote (además de la buena oferta en bandas que traen) es que todo está trabajando como reloj. El evento lo abrió extrañamente Dog Union, una excelente banda anglo-mexicana-chilango-tapatía de rock alternativo (or something like that) que logró despertar a sus 5 fans que se encontraban en el recinto, más, obviamente a los otros 20 que ya habíamos llegado, porque ¡Apoya el talento local!

Después de Dog Union y ya con más gente, surgió un «terrible problema». Llegó la agrupación tapatía llamada Chivo Negro y pues meh. No me mal entiendas, la banda es excelente y aplaudo que se le den espacios a nuestros grupos locales, pero  hay que elegir bien el  contexto y a qué hora deben aparecer. Chivo Negro es una banda que oscila en el doom/stoner/sludge instrumental, riffs largos, lentos y simples son su onda. Pero si bien su música es muy buena, en este punto de la tocada sólo bajoneó a la banda – a la gente, pues-, y no sólo me creas a mí, pregúntale a cualquier persona que haya asistido.

Cómo te digo, la banda es muy buena, pero de nuevo, si me preguntas a mí, creo firmemente que ellos debieron abrir. Esa particular combinación de géneros no debía suceder a Red Fang. Cada que se acababa una rola podías escuchar el aplauso desencantado de tres de los presentes, los murmullos de los indiferentes y para ser completamente sincero, más de 70 personas se salieron mientras ellos estaban tocando. La única ovación a medias que obtuvieron fue cuando anunciaron que tocarían la última canción de la noche. El público no miente, pero bueno.

Pasados algunos minutos llegó lo que todos estábamos esperando. Ah, Red Fang. Pocas veces tengo el placer de disfrutar de una banda como ellos. Sin pretensiones, sin ser trve cvlt, o, como decía mi abuelo, sin mamadas, con riffs sencillos pero potentes y una buena pinche actitud. Red Fang estuvo increíble. Sólo necesitaron un riff para conectar con el público tapatío. Después de esa primera rola todo fue miel sobre hojuelas; bueno, era sudor, caguamas y metal, pero ya sabes a lo que me refiero.

Red Fang se desempeñó como un grande a pesar de que son una banda «joven» (2005) y que algunos insensatos podrían llamar «pequeña» o «simple». Según yo tenía varias notas sobre lo que vi con la banda, pero me mentí a mí mismo -¡Maldito, siempre vas un paso delante de mí!-, estaba absorto, escuchándolos, viendo al público entregarse, oliendo la mota en el recinto -porque stoner- y bebiendo la cerveza que calentaba más los ánimos y las gargantas.

Ahora, debo de hacer  un pequeño paréntesis y es que si leíste mi nota sobre Arcturus en Guadalajara, seguro te diste cuenta que no hubo slam; esto mismo pasó de nuevo y  eso me preocupa. Ya van tres conciertos a los que voy, pero nadie se prende para un pit. Con los noruegos lo entiendo, ya que la ejecución musical era para ser apreciada, pero con nuestros «nerds» buena onda de Portland… Yo esperaba más de una audiencia compuesta de “gente grande”, que sólo un par de brinquitos, ¿Será que nos volvemos más civilizados? No lo sé, pero en fin.

Voy a cortar aquí porque me sobran elogios para esta banda y para esta noche. No quiero repetir lo mismo a lo largo de la nota. Pero por si no ha quedado claro, lo digo en una palabra, espectacular. Red Fang logró hacer un gran clic con el público tapatío y espero que regresen pronto, porque cada vez que vengan, de nuevo estaré en primera fila.

Red Fang en Guadalajara


About the Author

Daniel Pimentel

Historiador del rock y la vida. Además de ser director y editor de este proyecto, soy colaborador de distintas publicaciones impresas y electrónicas.



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