Published on enero 5th, 2018 | by Esencia de Antes
Del arte y del artista o el triste día en que Bowie se fue
Hay en el mundo algo que llamamos arte, poesía, y que es para mí lo que vale la pena de la humanidad, porque de ahí se desprende ese humanismo que pervertimos y convertimos en masacre y dolor para todo lo que nos rodea. EL ser humano dejó de ser animal y se hizo humano, y pensó que ser un buen Ser Humano sería sencillo. No sabía que serlo implicaba civilizarse más allá de su propia naturaleza, salvaje a más no poder, y de la que no queremos ser prisioneros porque ahora que tenemos cultura nos damos cuenta que es incompatible con lo que llamamos humanidad.
Ser Humano es otra cosa que ya no es un animal del todo, aunque lo sea, y los verdaderos artistas son los que entienden esto y nos dan su punto de vista en las diversas artes, pero no sólo eso, sino que nos hacen sentir algo; odio, amor, terror, rencor, coraje, felicidad, empatía, etcétera. Sólo un artista verdadero puede hacer esto, si no puede, de seguro es sólo un ejecutante con una excelente técnica, de los cuales también hay muchos y su mérito no es menos. La diferencia es que el artista antepone su arte a todo, incluso a sí mismo y a los que ama.
El artista es egoísta porque el arte es exigente. El verdadero arte.
David Bowie era un artista verdadero, uno de los más grandes que han existido y debemos sentirnos (o al menos yo lo hago) felices por haber podido vivir en la misma época que él. Quizás sea exagerado decirlo, pero los que aman el arte como yo lo entenderán. El artista verdadero crea un vínculo entre su arte y la persona que lo recibe, y ese vínculo a veces es muy profundo, al grado que una persona puede sentir una gran afección intelectual (y a veces más) hacia cierto artista de su predilección.
Ese vínculo es lo que hace que te guste tal o cual tipo de música, tal o cual pintor, escultor, escritor o cineasta, etcétera. Es lo que nos hace sentir algo en el pecho o en las venas o en la mente cuando escuchas cierta canción o lees cierta poesía, cuando miras cierta película o contemplas cierta pintura. El arte es maravilloso porque nos hace sentir emociones con tan sólo experimentarlo. Pero el arte también es duro y cruel muchas veces, porque como arte que es libre, no puede delimitarse a lo bueno de la humanidad, no puede ignorar nuestras acciones contrarias a nuestras aspiraciones humanitarias porque el arte misma nació de esa aspiración; es más, el arte es la humanidad, porque aspira a ser perfecta.
La labor del arte es liberar al ser humano.
El día que Bowie murió pasó a ser uno de los días más tristes que he vivido. Fue como si alguien muy cercano a mi vida hubiera muerto… luego comprendí que así había sido. Bowie era alguien muy cercano en mi vida a pesar de que jamás le conocí en persona ni tuve la fortuna siquiera de verlo en un concierto. Pero él era un artista verdadero, y por eso es que, sin que ni él ni yo nos percatáramos de ello, su arte y por ende él mismo, forman parte de mi vida desde mi niñez.
Cuando escucho alguna de sus canciones siempre me rememoran algo; una amistad, un viejo amor, un viejo pensamiento, una vieja idea. Pero al mismo tiempo me transporta al futuro; al querer algo, querer decir. Bowie era un artista y no me canso de decirlo. Al irse físicamente del mundo nos dejó uno de los mejores representantes de la raza humana.
Independientemente de lo que haya sido su vida privada, su vida profesional y artística fue lo suficientemente creativa y fructífera y honesta que sencillamente nos legó no sólo su música, sino su filosofía, su pensamiento, que a fin de cuentas es lo que importa cuando eres artista; abrir tu corazón así como va…, sin tapujos, sin nada de resguardos y aunque muchos terminen odiándote.
Bowie usaba vestidos y tacones, usaba licras y medias de red, usaba maquillaje y peinados estrafalarios. La sociedad de su época no le bajaba de marica, de desviado, de monstruo. Pero eso es porque la sociedad es lerda y tonta, se asusta de la autenticidad, se asusta de la pequeña libertad que podemos permitirnos.
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David Bowie me enseñó que todos deberíamos ser felices. Nos enseñó que por muy inadaptado social que sea uno, tiene un lugar en el mundo, y ese lugar debe ser respetado por todos y ganado por uno mismo. No es sólo nacer, hay que ganarse el respeto y el cariño con honestidad, sin tapujos, sin taparle el ojo al macho y sin hacer la vista gorda. Eso me enseñó David Bowie y extraño cada día que pasa al saber que ya no hará más música y que su pensamiento ya no flotará en el aire.
Pero luego recuerdo que su música siempre será nueva porque es arte, y ante los oídos de alguien nuevo siempre abrirá diferentes horizontes y ante la réplica de un viejo escucha dilucidará aún nuevas ideas. El día que murió lloré y aún hoy en ocasiones me pongo triste por su partida. Pongo alguno de sus discos y recuerdo entonces que siempre estará vivo y que tuvimos mucha, mucha, mucha pinche suerte de poder decir que somos contemporáneos de David Bowie.
Don’t believe in yourself, don’t deceive with belief
Knowledge comes with death’s release.
“Quicksand”
Larga vida al Camaleón.
Texto: Nando
Portada: http://illustrationchronicles.com