Los dioses de la violencia sacuden el C3 Stage

El pasado martes 19 de septiembre el público tapatío presenció una noche demencial atestada de metal. El recinto elegido para ser sede de esta velada fue el ya conocido foro C3 Stage, en donde tuvimos la oportunidad de escuchar a las leyendas alemanas de Kreator y a Sólstafir, una banda originaria de Islandia que cuenta con una trayectoria bastante sólida con más de 20 años en la escena.

Los primeros en subir al escenario fueron los islandeses, que si bien no motivaron a la audiencia a dislocar sus cuellos y partir unos cuantos cráneos en el moshpit, sí lograron inquietar a unos cuantos de la vieja escuela, que al parecer se mostraron sorprendidos del progresivo e inusual estilo de esta banda.

Después de un largo, progresivo, atmosférico y poderoso set list por parte de Sólstafir, finalmente llegó la hora para la leyenda del alemana del thrash. Sin muchos rodeos Kreator inició la masacre con «Hordes of Chaos» y como era de esperarse la euforia desató un frenesí de violencia entre todos sus fieles adeptos, quienes con gusto se dieron cuerda suelta en una bien merecida wall of death.

Mientras pasaba la noche pudimos disfrutar de canciones clásicas así como de su nuevo disco, desde «Satan is Real», «Hail to the Hordes» y «Fallen Brother» de Gods of Violence (2017), su mas reciente producción, hasta éxitos como «Violent Revolution» del álbum homónimo publicado en el año 2001, así que hubo surtido para todos sus fans.

Al final un extraño remix de varias rolas dio por finalizada la gloriosa noche de alcohol y metal. Una vez más Kreator mostró el poderío teutón y la calidad que sólo una banda de antaño es capaz de ofrecer, una banda clásica del thrash metal que cualquiera que se jacte de llamarse thrasher debe ver al menos una vez en su vida.

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Para finalizar esta nota sólo quiero agregar que para mi fue completamente devastador escuchar una banda de la cual no he sido completamente fan. Sé apreciar el buen trabajo que Kreator ha realizado a lo largo de su historia, la constante agresividad de sus riffs y melodías que en su conjunto crean una excelente atmósfera destructiva y mayormente desquiciadora son la combinación perfecta para un excelente thrash, esto sin mencionar que la distintiva voz de Mille Petrozza le da aun más ese toque sucio y ruidoso que fascina a todo aquel que lo escucha. No cabe duda que Alemania es uno de los bastiones del metal mundial y la calidad de sus músicos y su entrega en los escenarios lo demuestra.

Texto: Këtzer Tod
Portada y fotografías: Edith Santana