Published on septiembre 23rd, 2016 | by Esencia de Antes
Recordando a Rockdrigo González
Este 2016 se cumplieron 31 años de aquel trágico día en el que Rockdrigo González, junto a miles de personas más, perdieron la vida a causa de uno de los desastres naturales más funesto que ha sufrido la República Mexicana. El día de hoy aprovecho este espacio para comentar un poco sobre la vida y obra de este destacado músico mexicano. Como siempre, espero que sea de tu agrado, estimado lector.
El 19 de septiembre de 1985 es una fecha que vivirá por siempre grabada en la memoria de los mexicanos, como uno de los peores desastres en su historia. Ese día, un terremoto de 8.1 grados en la Escala de Richter sacudió la zona centro, sur y occidente de México, dejando en los escombros a gran parte del Distrito Federal (ahora CDMX). Se calcula que ese día murieron más de 40,000 personas, según el Sistema Sismológico Nacional, aunque este número ha variado a través de los años.
Por supuesto que no vamos a menospreciar a ninguna de las personas acaecidas ese trágico día, todas merecen nuestro respeto más solemne. Sin embargo, de entre todas las víctimas de aquel terremoto, hoy destacamos a una. Una que es fundamental para comprender la historia del rock mexicano y para su desarrollo. Estoy hablando de Rodrigo Eduardo González Guzmán, también conocido como El Profeta del Nopa, El Sacerdote del rock, o simplemente Rockdrigo, para los compas.
¿Quién fue y qué hizo Rockdrigo González?
Hay muchos aspectos sobre la breve pero significativa carrera de este gran músico que podemos destacar, pero para mi hay uno que resulta esencial para entender el rock que se hizo durante los años ochenta y noventa del siglo XX.
Este factor tiene que ver con la identidad y la escena del rock nacional y además su posterior consolidación a mediados de los ochentas. Gracias al Profeta del Nopal, la música mexicana sufrió cambios interesantes, el ejemplo más claro lo podemos ver en las letras; el rock mexicano enriquecido por el folk, blues e incluso algo de trova tomó para si letras más complejas, muy distantes a las que se venían trabajando en años anteriores.
La guitarra acústica y la armónica, incluirían en sus temáticas elementos más nacionales y de la vida cotidiana, sin dejar de lado la sátira social, la crítica política, la espiritualidad y la poesía urbana. Rockdrigo fue una pieza clave en el desarrollo de este rock mexicano, él junto a otros músicos de la época, formó parte de cambió de esta perspectiva que tenía la música por los 60’s y 70’s dejando de lado las fiestas, las drogas y el cotorreo adolescente para dar paso a una letra más sólida, rica y profunda, muchas veces influenciada por la cotidianidad. Me permito citar al maestro aquí:
«En las generaciones posteriores y a pesar de los «baches» con los cuales se enfrentaban el rock y el blues mexicanos, el rock en español tuvo un salto cualitativo en toda su estructura, las relaciones musicales se hicieron más complejas y las letras se enriquecieron poética y temáticamente, pero desgraciadamente la mayor parte se mantuvo en la posición de tratar de componer como lo hacían los grupos y cantantes que admiraban, aún seguían fuera de nuestra realidad vital y ahí nació una división entre los rocanroleros que componían; había (y hay) los que seguían totalmente los modelos extranjeros y los que empezaron a conjugar elementos nacionales con los elementos extranjeros del rock y el blues»
«Existen, a mi entender, dos maneras de hacer rock y blues más nacionalistas sin que se excluyan entre sí, y en un momento dado, la combinación de las dos, de la que podría ser una forma más completa del movimiento rockero en español; la primera forma consiste en respetar el ritmo y la armonía original, tal cual es, pero utilizando el lenguaje y las experiencias cotidianas que nos pertenecen, para componer temas propios. El lenguaje en español es lo suficientemente rico sintáctica y semánticamente, para lograr combinaciones adecuadas, prácticamente para cualquier ritmo musical[1].»
Por supuesto que Rockdrigo no fue el único en ser parte de este cambio, a decir verdad existía todo un movimiento detrás de esta transformación, se llama «El Movimiento Rupestre», un colectivo surgido en 1983 que daba a conocer sus propuestas así, con sólo una guitarra acústica, una armónica y de vez en cuando un teclado.
Dentro de este movimiento podemos encontrar nombres como Jaime López, Eblem Macari, Cecilia Toussaint, Rafael Catana, Mario Mota, Fausto Arrellín, Nina Galindo, Carlos Arellano, Armando Rosas, Roberto Ponce, Roberto González, Rafael Catana, Gerardo Enciso, Fausto Arrellín, Guillermo Briseño e incluso Alex Lora, sin olvidar por supuesto a Rockdrigo González.
A continuación te invitamos a leer «El Manifiesto Rupestre» donde Rockdrigo expone quienes son Los Rupestres:
«No es que los rupestres se hayan escapado del antiguo Museo de Ciencias Naturales ni, mucho menos, del de Antropología; o que hayan llegado de loscerros escondidos en un camión lleno de gallinas y frijoles.
Se trata solamente de un membrete que se cuelgan todos aquellos que no están muy guapos, ni tienen voz de tenor, ni componen como las grandes cimas de la sabiduría estética o (lo peor) no tienen un equipo electrónico sofisticado lleno de sinters y efectos muy locos que apantallen al primer despistado que se les ponga enfrente.
Han tenido que encuevarse en sus propias alcantarillas de concreto y, en muchas ocasiones, quedarse como el chinito ante la cultura: nomás milando.
Los rupestres por lo general son sencillos, no la hacen mucho de tos con tanto chango y faramalla como acostumbran los no rupestres pero tienen tanto que proponer con sus guitarras de palo y sus voces acabadas de salir del ron; son poetas y locochones; rocanroleros y trovadores. Simples y elaborados; gustan de la fantasía, le mientan la madre a lo cotidiano; tocan como carpinteros venusinos y cantan como becerros en un examen final del conservatorio [2].»
Texto: No tengo tiempo
Textos citados y fotografías: http://www.rockdrigo.com.mx