Published on julio 26th, 2016 | by Esencia de Antes
0El no tan feliz mundo de Aldous Huxley
“El carácter es la suma de las tendencias para actuar en cierta dirección”
Aldous Huxley
Aldous Leonard Huxley nació en seno de una familia de intelectuales ingleses por lo que el proceso creativo y el ansia de conocimiento eran algo inherente a su naturaleza, aunque en un primer momento consideró estudiar medicina como su abuelo, su padre y su medio hermano, quien ganó el Premio Nobel de Medicina en 1963.
Sin embargo, su voluntad artística lo llevó a explorar los límites de la percepción pero no sólo en su trabajo literario sino en su vida cotidiana,como cuando a los 16 años se quedó ciego por 18 meses a causa de una grave enfermedad en los ojos pero lejos de deprimirse, en ese periodo aprendió a tocar el piano y a leer en braille, más tarde, esta experiencia se convertiría en un libro titulado «El arte de ver».
Esa necesidad de conocer se reflejaba también en el espíritu viajero que lo llevó a recorrer Europa además de visitar distintos destinos en América y en Asía, aunque siempre fue patente la influencia científica legada por su familia como en el caso de su experimentación con drogas psicodélicas como la mescalina, el LSD y la psilocibina, la cual justificó bajo la premisa de experimentar en carne propia lo que los expertos sólo especulaban.
Estas influencias, junto con su interés por el misticismo y su convicción libertaria, quedaron plasmadas en obras como “Un mundo feliz”, “Las puertas de la percepción” (la banda The Doors tomó su nombre de esta obra) o “Más allá del golfo de México” pero su producción fue sumamente basta, abarcando géneros como la poesía, cuentos, ensayos y trabajos periodísticos publicados bajo el seudónimo Antolycus, incluso durante una parte de su vida intentó ser guionista de Hollywood pero debido a la complejidad de sus ideas y de sus textos la Metro-Goldwyn-Mayer revocó el contrato que tenían.
Los últimos años de su vida se vieron marcados por altibajos que lo convirtieron en una persona aún más introvertida y dada a la reflexión, el detonante de esta temporada oscura en la vida del escritor fue la muerte de su esposa, María Nys (febrero de 1955), quien fue parte fundamental de su quehacer literario aunque pronto volvió a emparejarse, esta vez con la violinista y psicoterapeuta Laura Archera, la nueva pareja se mudó a Hollywood en donde tuvieron que sobreponerse al incendio que arrasó la casa en la que vivían junto con todos sus recuerdos (12 de mayo de 1961), del cual sólo pudieron rescatar el violín de Laura y el borrador de “La isla”.
Poco antes del siniestro, en 1960, le fue diagnosticado un tumor en la lengua, lo cual no impidió que Aldous Huxley continuará asistiendo a sus compromisos a pesar de que las radioterapias mermaban cada vez más sus fuerzas, pero antes de que la muerte lo alcanzará público “Literatura y ciencia”, asistió a la Academia Mundial de las Artes y las Ciencias en Suecia, además en esa época fue recibido por el papa Juan XXIII, en Roma.
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De este periodo se puede rescatar una anécdota contada por Laura Huxley, que más tarde se convertiría en una leyenda urbana dentro de la literatura: al parecer en su lecho de muerte, el escritor pidió mediante una nota, pues ya no podía hablar, que le inyectarán 100 microgramos de LSD y con la droga aún en su organismo dejó este mundo, este hecho más tarde se conocería como “el último viaje de Huxley”.
Finalmente murió el 22 de noviembre de 1963 a los 69 años (el mismo día que fue asesinado John F. Kennedy) y conforme a lo que solicitado en su testamento, el clásico rito funerario fue sustituido por la lectura de pasajes del Libro Tibetano de los Muertos, para posteriormente incinerar su cuerpo.
Texto: Luis Fernando Reyes Ramírez
Portada: Taringa