Published on mayo 10th, 2016 | by Esencia de Antes
0Sobre la (ir)responsabilidad social y la igualdad de Callodehacha
“El drama de Internet es que ha promocionado al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad”
-Umberto Eco
Lo último que pensamos cuando vemos un video viral es en la trascendencia de su mensaje, explícito o implícito, anteponiendo la satisfacción voyerista sobre la calidad del contenido en un comportamiento típico de la masa, derivado de la dinámica del sistema neoliberalista que nos empuja a creer que ser parte de un grupo homogéneo es preferible a batallar contra los límites establecidos. Paradójicamente, vivimos en una época en la que no es nada complicado acceder a distintas perspectivas del mismo fenómeno para crearnos una opinión propia, pero inmersos en los engranes de la productividad, no tenemos el tiempo ni las ganas para hacerlo pues los problemas cotidianos exigen ser solucionados antes, por lo que es más cómodo adoptar la forma de pensar más común, para evitar la polémica y para disfrutar de la seguridad que brinda la masa, aunque este patrón de comportamiento signifique la preservación de vicios que impiden el desarrollo social.
Por lo anterior, hacer un audiovisual opinando sobre temas trascendentes de la agenda pública y publicarlo en una red social exige responsabilidad pues no se trata solamente de ejercer nuestra libertad de expresión sino de la repercusión que puede tener nuestro mensaje al ser visto por millones de personas que en su mayoría tomarán lo dicho como bandera propia.
Y justo en esto radica el mayor problema del vídeo titulado “Falso feminismo” realizado por el personaje reconocido como Callodehacha, pues su llamado a la igualdad se convirtió precisamente en todo lo contrario ya que su discurso está mal elaborado, lleno de inconsistencias, además de que carece de seriedad y del trabajo de investigación requerido para tratar un tema de estas proporciones. No basta dar unas cuantas fechas, mencionar algunos personajes históricos, usar imágenes de archivo y dar una opinión de lo que se considera incorrecto. El feminismo es sumamente complejo y no es lineal, al ser un movimiento social está lleno de matices que le dan una profundidad que no puede ser analizada desde un solo ángulo, menos si el ángulo presentado esta diseñado expresamente para hacer quedar mal al movimiento basado en una ínfima proporción de sus militantes y para hacerlo coincidir con el discurso del realizador, mismo que no deja de ser contradictorio desde su fundación, pues no puede existir igualdad si se comienza bajo el parámetro de que existe un feminismo “falso”, por lo que se sobreentiende hay uno “verdadero”, es decir, entre líneas se está hablando de la moral machista de lo que una mujer tiene o no permitido hacer, entonces ¿cuál igualdad?, entonces ¿cuál es la validez del discurso y donde queda la responsabilidad social de Callodehacha?.
En este choque de ideas, es precisamente donde toda la buena intención que pudo haber tenido el personaje se fue hacia el lado contrario: las ideas vertidas en el video está siendo utilizadas por la masa para ejemplificar lo mal que están las “feminazis” con sus luchas modernas, ya que al no ser claro, lo primero que se toma es lo que está en la superficie y lo que está en la superficie es la irresponsabilidad disfrazada de broma que refuerza los estereotipos que impiden los acuerdos necesarios para avanzar como sociedad, que fortalecen las ideas preconcebidas sobre el feminismo y que impiden la comunicación entre los individuos, sesgando el proceso comunicativo debido a que no se discute para crear algo común sino para imponer puntos de vista caducos.
Pero mientras los nuevos líderes de opinión siguen brotando en internet lo mejor que podemos hacer para evitar la violencia de género es cuestionar lo establecido, informarnos y crearnos un punto de vista propio basado en la lógica, porque el final, el feminismo se basa en algo muy simple: el respeto.
Texto: Luis Fernando Reyes
Portada: http://www.learnnc.org/