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Published on abril 8th, 2016 | by Esencia de Antes

Si no hubiera muerto Kurt Cobain

Si no hubiera muerto Kurt Cobain, hubiese hecho más discos, discos solistas -algunos muy buenos, otros grises y repetitivos, otros incomprendidos-. La gente, los fans, dirían que era mejor su etapa con Nirvana; que ese Kurt Cobain treintón ya habría perdido el filo. Él no hubiese hecho caso de todo esto, y grabaría discos cada vez más intimistas, con su voz rota; más cercanos al folk, en un estilo parecido a su última interpretación “Where did you sleep last night”.

Su amor por Leadbelly -el trovador folk de los años 30’s y 40’s-, y por el folk rural americano saldrían a relucir aún más; porque era obvio que ya estaba enfermo de las distorsiones, el feedback, y los grandes estadios. Esto duraría un tiempo hasta el ansiado reencuentro de Nirvana.

Kurt Cobain

Imagen cortesía de www.dromgcl.top

Claro, en vez de morir ese día, en un solitario invernadero de su mansión, se habría aislado aún más de todos, y terminaría peleado con sus compañeros de Nirvana, Dave Grohl y Krist Novoselic; ya se habrían dicho sus cosas en entrevistas; y después de algunos discos de éxito moderado se habrían reconciliado y reunido. Porque entenderían que juntos pueden hacer cosas potentes.

Kurt buscaría hacer colaboraciones con los artistas que le inspiraban: Iggy Pop, Michael Stipe de R.E.M, o músicos de bandas más under, y se desencantaría un poco de ellos. Se quitaría ese peso de ser representante del underground y de la música indie 90’s, y aceptaría, sin empacho, sus “placeres culposos” musicales. Su amor por la melodía y los sonidos pop saldrían a flote; y que bueno.

Escucharíamos su voz en todos lados; pero algo se habría perdido en el camino, algo de ese sentido de peligro y rebelión. Kurt Cobain estaría gozando de su estatus de estrella de los 90’s, cómodamente, viviendo de forma bohemia y sacando discos cuando le viniera en gana. Giraría con las bandas que admiraba, y gracias a esto tal vez el mundo se daría cuenta que los Melvins son dioses. También le daría más exposición a sus amados Vaselines y a otros artistas afines, como los Meat Puppets o Mudhoney. Les habría grabado y producido discos magistrales. Y serían actos clásicos mainstream con todas las de la ley.

Kurt Cobain

Imagen cortesía de globalgrind.com

Continuaría con la droga, para obnubilar sus sentidos, puesto que la realidad le parecía dura e insípida. Seguiría con la heroína, esa vieja conocida, pero se lo tomaría con más calma; como Phil Anselmo o Steven Tyler. Se daría cuenta que, con sus millones, no es necesario reventar de drogas en unos meses, ni vivir como un vagabundo; si no irse administrando, llevarla con alcohol a mitad del día, después, un subidón de su coctel de drogas favorito, pasarla bien un rato, componer algo, escuchar viniles, y luego a dormir la mona. Cuando se acabe el suministro de drogas, otra gira y ya.

Se habría divorciado inmediatamente de la insufrible y desubicada Courtney. Ya andaría con mujeres más jóvenes y más bellas, modelos, actrices quizás; chicas con sensibilidad artística, u otras chicas del medio de la música; pero que no intentaran chupar su fama ni opacar su gloria. Y que no le exigieran, ni lo absorbieran tanto como Courtney. Ya habría aprendido esa lección con honores, gracias a  la loca Love.

Kurt Cobain

Imagen cortesía de www.feelnumb.com

Seguramente habría escrito un libro de poesía, o dos, acompañados de sus ilustraciones; y la gente se daría cuenta de que es un cursi inconexo; pero con aspiraciones a poeta maldito. No pasaría mucho con esos libros; serían para coleccionistas hardcore del artista. Se habría dedicado a sus otras pasiones, la pintura y el dibujo, para relajarse del vació y trivial mundo de la música; y la crítica habría dicho: “no es tan bueno”, que su arte pictórico es aceptable; pero que mejor regrese a tocar la guitarra y a cantar.

Tal vez los adolescentes no usarían tanto las camisetas de Nirvana -o de Kurt solista-, ni encontrarían en ese “drogo abotagado” una figura tan representativa de la rebeldía juvenil. Lo considerarían una especie de genio excéntrico, alguien que tuvo una buena banda; pero que ya vive aislado y alejado de lo que pasa. Alguien definitivamente cool; pero no tan importante como para mostrarse tan fans frente a todo mundo. Después de todo, Kurt Cobain criticaría a las bandas nuevas, y eso, los adolescentes lo toman como afrenta personal.

Kurt Cobain

Imagen vía https://www.crhoy.com/

El grunge habría durado un poco más; claro, no se le llamaría así, porque el mismo Kurt Cobain lo declaró bien muerto; pero si tendríamos más bandas como Tad, Mudhoney o Screaming Trees girando por todos lados, con buena exposición.

Con su mente siempre inquieta, con su inteligencia, vislumbraba el cuadro de lo que podría pasar. Y aún así se fue, se despidió muy pronto; porque a veces ese es el destino de quién es muy sensible y está muy al tanto de lo que pasa en este mundo enfermo. Tal vez su “locura” radicaba en aceptar todos los aspectos de dicho mundo: tanto los abismos miserables, como los amaneceres más dorados; pero, con todo y las cosas bellas, las personas así prefieren partir hacía otra aventura; porque de este mundo ya probaron todo.

Pero él sabía, que si no lo sentías, no lo hicieras.

Que es mejor desvanecerse antes de convertirse en una tuerca más de la infame y rancia maquinaría.

De haber seguido vivo, él se seguiría riendo de nosotros por ser todos iguales.

Texto: Isael Serra
Portada: http://lasoga.org/


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